Jefe de "cascos azules" de la ONU reconoce que "no hay plan B" para Siria

  • El subsecretario general de la ONU para Operaciones de Paz, Hervé Ladsous, reconoció hoy que "no hay plan B" para solventar la crisis en Siria más allá de la propuesta de paz ideada por el enviado especial Kofi Annan y que los observadores internacionales vigilan en el país árabe.

Naciones Unidas, 24 may.- El subsecretario general de la ONU para Operaciones de Paz, Hervé Ladsous, reconoció hoy que "no hay plan B" para solventar la crisis en Siria más allá de la propuesta de paz ideada por el enviado especial Kofi Annan y que los observadores internacionales vigilan en el país árabe.

"Tenemos que asimilar que no hay otro plan, no hay un plan B", dijo el diplomático francés en una entrevista con el servicio de televisión de Naciones Unidas, en la que, pese a reconocer que la presencia de los observadores ha permitido descender la violencia, persisten "acciones inaceptables de forma regular".

Ladsous, que regresó esta semana de Siria, aseguró que "la simple presencia sobre el terreno" de los observadores desarmados de la Misión de Supervisión de Naciones Unidas en Siria (UNSMIS) "genera inmediatamente un cambio, una reducción de la violencia y genera confianza y esperanza entre la población".

Sin embargo, el jefe de los "cascos azules" advirtió que "todavía persisten acciones inaceptables" de violencia "de forma regular" por todo el país, que ponen "en riesgo considerable" a los expertos internacionales y entre los que cabe sumar los ataques terroristas.

"Desafortunadamente un día nuestro personal caerá víctima de estos ataques", reconoció Ladsous, quien dijo que "300 personas -el número de observadores aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU- son muy pocas para un país de 26 millones de personas".

Lamentó además que los observadores vigilan en estos momentos un alto el fuego "inexistente" en el país árabe, lo que hace su misión "muy difícil, posiblemente una de las más difíciles de las que haya desplegado la ONU".

"Tenemos que reconocer que estamos allí para vigilar un alto el fuego que no existe todavía", dijo el diplomático, que mostró su satisfacción porque, teniendo en cuenta la situación que hay sobre el terreno, los observadores se han podido desplegar "con suma rapidez, rompiendo todos los récords de despliegue" marcados por el Departamento de Operaciones de Paz de la ONU (DPKO).

Defendió además que el papel que deben jugar los expertos desarmados, más allá de velar por el cese de la violencia, es "generar un cierto grado de confianza, que de momento no existe y que cree cambios en el ambiente que permitan que se abra un proceso político".

La UNSMIS tiene por el momento 276 observadores militares desplegados en Siria, según los datos divulgados hoy por la misión, y se espera que alcance los 300 que contempla su mandato antes de que acabe mayo, mientras que cuenta con 68 personas en su componente civil y once trabajadores locales.

La próxima semana el Consejo de Seguridad tiene previsto analizar la situación en Siria y conocer el estado del despliegue de los observadores, y espera recibir un informe detallado de la mano del secretario general, Ban Ki-moon.

En una entrevista al canal CNN, Ban también reconoció hoy que la comunidad internacional no cuenta con un plan B para Siria, y llamó una vez más a las partes en Siria a que cumplan con el plan de paz de Annan.

De acuerdo con datos de la ONU, desde marzo de 2011 más de 10.000 personas han muerto en Siria por la violencia, unas 230.000 se han desplazado de forma interna y más de 60.000 han buscado refugio en países limítrofes, como Turquía y Líbano.

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