Jesús Vázquez: "No me veo como un señor de cincuenta años"

    • Jesús Vázquez acaba de llegar al medio siglo y lo ha hecho rodeado de amigos y compañeros en una pequeña fiesta.
    • El presentador sigue manteniendo un espíritu joven y vive una gran etapa profesional en la que apenas tiene tiempo de vacaciones.

Es uno de los presentadores más atractivos de la televisión y pese a que acaba de cumplir cincuenta años, parece que los años no pasan por él. Jesús Vázquez acaba de llegar al medio siglo y lo ha hecho rodeado de amigos y compañeros en una pequeña fiesta.

El presentador sigue manteniendo un espíritu joven y vive una gran etapa profesional en la que apenas tiene tiempo de vacaciones. Mientras se estrena la segunda edición de "La Voz Kids", Jesús Vázquez ya tiene las energías puestas en su próximo proyecto, "Got Talent", un programa de talentos del que será jurado.

Frente al éxito profesional también disfruta de un buen momento personal, el amor le acompaña y este mismo año cumple una década de casado junto a su marido Roberto Cortés.

- ¿Cómo has celebrado los cincuenta?

- En la intimidad con un grupo de amigos y algunos compañeros de trabajo. Hemos estado en casa con un poco de picoteo, un poco de bebida, musiquita y a bailar.

- Le gente se sorprende al conocer tu edad, ¿Tú cómo lo llevas?

- Lo llevo muy bien por un lado, pero por otro lado me da cosa lo rápido que pasa todo. A mí no me visualizo como un señor de cincuenta años. Cuando tenía diez y me hablaban de un señor de cincuenta yo lo veía como un abuelo. De hecho mi prima es de mi misma edad y es abuela ya, podría ser un abuelo joven. No me veo como a los veinte, porque tengo experiencia y la vida me ha hecho aprender cosas pero me visualizo como alguien joven y no lo soy. Estoy en un momento bueno de la vida, tengo trabajo, salud y amor. La vida pasa rápido y casi no me doy ni cuenta.

- El estar continuamente rodeado de niños en televisión, ¿No te hace arrepentirte de no haber sido padre?

- No, este verano he estado con unos amigos que tienen un niño de dos añitos y nos hemos hecho íntimos. Ellos me decían que a ver si me estaba despertando el instinto, tuve unos días críticos pero he vuelto a la rutina. Para mí es un poco tarde, no quiero tener un hijo y que cuando tenga setenta años sea cuando más me necesite.

- ¿Ha sido el ritmo de trabajo lo que te ha echado para atrás

- No, no lo he sentido así. Vivimos en una sociedad en la que parece que hay que tener hijos por obligación. No lo he sentido y no necesito tener hijos para sentirme lleno en la vida. A veces me han dado ganas porque soy muy niñero y me entiendo muy bien con ellos, pero otra cosa es ser padre.

- Cada vez vemos que te emocionas más en directo

- Eso lo llevo regular porque me encanta emocionarme, pero últimamente me cuesta hasta hablar. Hay que vivir, son etapas de la vida y me estaré haciendo mayor.

- Después de tantas ediciones, ¿Cómo lo haces para seguir al pie del cañón?

- Porque he estado quince días en un rincón maravilloso del mundo, mi paraíso particular. He estado en el mar metido recargando energía y vengo como un toro.

- Has tenido un incidente con una medusa

- Sí, me picó una medusa en el brazo. La casualidad fue que había unos fotógrafos en una barquita y me habían visto, se provocó revuelo porque salí pegando gritos del agua. Fue una simple medusa y estoy perfecto.

- ¿Nunca te vas a atrever a cantar en las audiciones a ciegas?

- Después de lo que ha contado Tania no me voy a atrever nunca, estuvo un mes sin dormir y con pesadillas. Yo no canto bien, no hay necesidad. No lo voy a hacer, no me voy a animar porque tengo claro cuál es mi sitio.

- Cambias de sitio con "Got talent", tu próximo programa

- Sí, seré jurado. Estoy con Jorge Javier, Edurne y Eva Hache. Va a ser dificilísimo. Es el momento de probar lo que hacen los otros. Va a ser muy duro vivir la responsabilidad de decir si sigues o no. No creo que sea un jurado muy duro (ríe).

Aunque a "Got talent" se sube todo tipo de personas, si alguien no me gusta diré que no. Una cosa es no ser duro y otra cosa es que no tenga oído o capacidad de saber si algo vale o no.

- Si echas la visa atrás, ¿Cómo ves esos veinticinco años en televisión?

- Estoy muy metido en el trabajo y no me ha dado tiempo de pararme y echar la vista atrás. Tampoco me apetece mucho ponerme en ese estado porque a lo mejor me da vértigo o morriña. Ahora estoy en una racha de trabajo muy bueno, me divierto y hago lo que me gusta.

Estoy en una empresa que me gusta y con los equipos que quiero trabajar. Son programas que me divierten y me emocionan.

-¿Qué otras profesiones has tenido?

- He sido camarero durante mucho tiempo en bares y discotecas, se me daba muy bien. Mi barra siempre era la más curiosa y la que más clientela tenía. He sido modelo, fue el inicio de mi carrera. Fui a Japón y estuve allí unos meses trabajando de modelo. Después me puse a estudiar teatro para ser actor y fue cuando se me cruzó la televisión.

- ¿Se llega a tener amigos de verdad en esta profesión?

- Sí, ahora he cumplido cincuenta y he organizado una reunión. Los amigos se cuentan con los dedos de una mano, pero yo tengo amigos de la profesión desde hace quince o veinte años y que han estado ese día. Los tengo y eso es un grandísimo logro, que lleves veinticinco años en un trabajo y tengas amigos casi desde que empezaste.

- Vas de un programa de talentos a otro, ¿Qué te atrae de estos programas?

- ¿Qué les atraigo yo a ellos? Porque no los he pedido yo, han venido ellos a ofrecérmelo. He aceptado el reto porque me gustan mucho. Veía "Operación triunfo" y sufría de verdad viéndolo, pensaba en que yo quería hacerlo. "La Voz" la vi por primera vez en internet y me pareció un programa, quería hacerlo y al final llegó a España. La vida ha sido muy generosa conmigo.

- ¿Qué te aporta de nuevo el presentar esta edición?

- Lo que es nuevo siempre son los protagonistas. Esta vez tenemos la suerte de tener nuevos en los dos lados, Manuel Carrasco nos ha dado una corriente de aire fresco. La familia aumenta y todos los que vienen quieren quedarse.

- ¿Los adultos aceptan peor la derrota?

- Los niños lo aceptan con mucha más naturalidad, a algunos se les cae la lagrimita pero son más fáciles de consolar. Los padres son más complicados, nunca ha habido ningún incidente pero la decepción de los hijos es mucho más grande que la de los niños. A veces proyectan sus ilusiones en sus hijos y se desmoronan cuando no se giran los coaches.

Mostrar comentarios