Según ha recordado la Fundación en un comunicado, el 29 de julio de 2014, "un empleado de la entonces Unicaja colocó una cadena y un pequeño candado en la puerta exterior del Colegio Mayor Universitario", acabando así con "cincuenta años de historia universitaria, de vanguardia musical, de innovación y experimentación teatral, de efervescencia política y agitación cultural".
Un mes después, las instalaciones del Colegio fueron okupadas y en noviembre la Policía Nacional, por orden judicial, procedió al desalojo de más de 300 personas del inmueble.
Tal y como señala la Fundación, compuesta por antiguos colegiales del centro, la misma orden disponía que el edificio quedase al cargo de la Universidad Complutense, que lo valló y colocó vigilancia permanente. "Poco después, procedió a retirar lo que los ocupantes habían dejado tras de sí", añaden.
Una de las causas judiciales abiertas entre UCM y Unicaja versa sobre "la validez y alcance de una segunda concesión hasta el año 2038", otorgada por la Complutense en mayo de 2014 y rechazada por la entidad.
La Fundación apuesta "por buscar una vía de entendimiento entre la Universidad y la entidad andaluza, que despeje la maraña judicial y permita, por fin, avanzar".
Otro "frente" que impide según la Fundación San Juan Evangelista recuperar el Colegio se sitúa en las oficinas de la Junta de Distrito de Moncloa-Aravaca y de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid.
"Diversos expedientes condicionan, a día de hoy, una futura reapertura del Colegio, a expensas de que se realicen obras de reforma cuyo importe se cifra, según las últimas estimaciones, entre siete y ocho millones de euros", apuntan.
El año pasado y en el primer aniversario del cierre de 'El Johnny', el rector Carlos Andradas propuso a los responsables de la Fundación Unicaja dejar a un lado los desacuerdos existentes, lograr un acuerdo que desvincularía a la entidad del colegio mayor y así iniciar los pasos necesarios para la volver a poner en marcha del colegio.
CRONOLOGÍA DEL CONFLICTO
El conflicto radica en que Unicaja comunicó en julio de 2014 que renunciaba a la concesión de 'El Johnny' al entender que no podía continuar con ella en los términos planteados (pues dicha concesión se establecía para 25 años y no por un periodo de 50) y sin poder llegarse a una "solución pacífica" con la universidad.
Por su parte, la UCM entendió que era una decisión "unilateral" y consideraba que Unicaja era la adjudicataria, al no recurrir el acuerdo del Consejo de Gobierno y reconocerlo así las sentencias existentes hasta ahora.
No obstante, Unicaja entregó las llaves de la instalación en un notario el 29 de julio de 2014 al entender que, ante la renuncia, la instalación volvía a manos de la universidad. Ambas partes iniciaron además un proceso legal que tendrá que resolverse en los tribunales (pues la UCM reclama daños y perjuicios).
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