Jorge Molina: hay "muchos agoreros" alrededor de DoñanA

  • El escritor y periodista Jorge Molina considera que hay "muchos agoreros" alrededor del Parque Nacional de Doñana, sin embargo, a su juicio, "no está tan mal como dicen", puesto que "está mucho más protegida y salvaguardada hoy que ayer, aunque las amenazas siempre existirán y son más complicadas que en otros espacios".

HUELVA, 10 (EUROPA PARESS)

El escritor y periodista Jorge Molina considera que hay "muchos agoreros" alrededor del Parque Nacional de Doñana, sin embargo, a su juicio, "no está tan mal como dicen", puesto que "está mucho más protegida y salvaguardada hoy que ayer, aunque las amenazas siempre existirán y son más complicadas que en otros espacios".

Así lo ha reseñado este martes en un encuentro con los periodistas en el Parque Nacional, donde ha presentado su nueva obra vinculada a este espacio natural, 'Doñana. Todo era nuevo y salvaje', editada por la Fundación José Manuel Lara dentro de la colección 'Ciudades andaluzas en la Historia'.

En este libro, Molina narra los acontecimientos que tuvieron lugar en el bajo Guadalquivir entre 1940 y 1970, hechos en gran medida desconocidos que motivaron el nacimiento de dicho parque y la conversión de decenas de miles de hectáreas asediadas por el paludismo en el mayor arrozal de Europa.

En este sentido, el autor lamenta que "hay mucha gente alrededor de Doñana que hace mucho ruido por motivos no magnánimos ni altruistas", al tiempo que subraya que "el nivel de intensidad periodística que tiene Doñana no lo tiene ningún Parque Nacional en España". Así, menciona los parques de Timanfalla, Ordesa y Monte Perdido o Cíes, pero "se escucha más veces hablar de Doñana que de cualquier parque".

Es por ello que defiende que "Doñana es una caja de resonancia, es un sitio tan delicado que primero fue mar, después lago, ahora marisma y si sigue el orden natural de las cosas será terreno colmatado, una llanura seca con lluvia, pero no marisma", además, agrega, situada al final de una cuenca hidrográfica "gigantesca" como la del río Guadalquivir, "en la que todo lo que ocurre en ella influye en Doñana".

Por otra parte hace referencia a las consecuencias que pueda tener el cambio climático sobre el parque, de modo que, tal y como reseña, se trata de "una amenaza global y Doñana es muy sensible a ello". De hecho, recuerda que este espacio natural es Observatorio para el Cambio Climático.

Entretanto, precisa que la clave para que Doñana llegase a ser Parque Nacional se encuentra en la labor de José Antonio Valverde, "apasionado por la naturaleza a la que se dedica los últimos años de su vida" y quien defendió la idea de crear el parque por toda Europa sobre mediados del siglo pasado. De esta manera, a su juicio, "el gran legado de Valverde es que Doñana sea Parque Nacional y no arrozal y cultivo forestal".

Y es que, según comenta Molina, entre las décadas de los 40 y los 50 "se producen dos grandes epopeyas en apenas 50 kilómetros, intentos para convertir una gigantesca zona en el mayor arrozal de Europa y los intentos para evitar que el resto de la zona se convierta en zona arrocera". En ambos casos "triunfaron, pero se produjo con historias humanas extraordinarias no contadas hasta el momento, a pesar de la multitud de libros sobre Doñana"."EL PALUDISMO MATABA SIN RESTRICCIÓN"

En relación con el arrozal, explica que en él "la huella del hombre no se aprecia hasta la mitad del siglo XX", de modo que era "un espacio sin adulterar, donde el paludismo mataba sin restricción, se mantenían propiedades de estilo feudal de decenas de miles de hectáreas; pero que se convirtió en tierra de promisión para muchos". Aunque, resalta, "ha pasado de coto de caza para reyes y nobles a reserva científica de fama internacional".

No obstante, considera que "quien no conozca lo que allí pasó no puede ni imaginar hasta qué punto fue dramática la vida de los jornaleros tras la Guerra Civil en aquel páramo infinito y salitroso". De hecho, Molina puntualiza que "aquel barrizal tiene mezcla de tierra y sangre", además en él convivían "son hablarse" los valencianos traídos por Rafael Beca para cultivar el arroz y los andaluces en "el olvidado arrozal sevillano, apéndice en el sur andaluz".

Aparte del arrozal y Doñana, también narra lo que ocurría en la ciudad de Sevilla, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y en la zona donde se plantaban pinos y eucaliptos, en las localidades onubenses de Moguer y Almonte."UN PUNTO DE VISTA NUEVO"

Este libro surge como consecuencia de la unión de Jorge Molina con el Parque Nacional de Doñana por motivos de estudios y trabajo y en él trata de aportar "un punto de vista nuevo" con la conquista agraria de la mitad del territorio entre La Puebla del Río (Sevilla) y Sanlúcar de Barrameda y la defensa medioambiental de la otra mitad acontecida entre los años 1940 y 1970. De hecho, cree que de Doñana se sabe "bastante poco" respecto al paisaje humano, pero sobre el arrozal "prácticamente nada", a lo que añade que "hasta en Sevilla se ignora lo que allí pasó".

En su historia se acerca a unos 140 personajes "poco conocidos, pero todos reales y relevantes" entre los que se hallan el 'padre' de Doñana, José Antonio Valverde, "un joven que no murió de milagro de tuberculosis, que luchó contra el desarrollo forestal para defender a alimañas y que recorrió Europa hasta convertir a Doñana en parque nacional", o el hombre que elige Queipo de Llano para cultivar decenas de miles de hectáreas, Rafael Beca, "una persona con carácter, aún odiado hoy por mucha gente en las islas del Guadalquivir".

Al respecto, valora los logros conseguidos por Valverde, quien "cuando visita por primera vez Doñana, se pagaba a 15 pesetas el lince muerto, por ser una alimaña que interfería en la caza, actividad a la que dedicaban el coto sus propietarios". Tal y como recuerda, "era una tierra condenada a recibir las máquinas para hacer lo lógico entonces: poner en cultivo marismas llenas de mosquitos del paludismo", por lo que, destaca, "él luchó contra gigantes y con argumentos que nadie entendía, por eso buscó aliados en Europa y en la España franquista".

Así define al protagonista de la novela Jorge Molina, nacido en 1964 en Cumbres Mayores (Huelva), quien ya ha sido distinguido con varios premios periodísticos, tres de ellos vinculados al espacio natural de Doñana, así como el premio Andalucía de Periodismo en 2000. En su trayectoria, ha formado parte de la redacción de 'El Correo de Andalucía' y ha colaborado con agencias de noticias, radio, televisión y distintas revistas, además de ser director de Comunicación de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Tras publicar 'Doñana. Todo era nuevo y salvaje', con "un trabajo duro" de entrevistas y recopilación de datos y fotos, según detalla el autor, "ahora espero dejar reposar esta historia atractiva y llena de epopeyas que sale sola, además de no ser un libro especializado sobre Doñana".

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