Realidad y emoción. Esas son las dos palabras que se repiten una y otra vez cuando Juan Antonio Bayona habla de Lo imposible, su segundo largometraje como realizador, después de El Orfanato.
El director ha querido mostrar de manera fiel la experiencia real de una familia española que sobrevivió al tsunamique asoló las costas tailandesas en 2004. El compromiso de Bayona con su historia es tal que prefiere definir su trabajo en este filme como el de "un mensajero".
"He estado muy cerca de las personas que vivieron aquella catástrofe y me han transmitido una emoción muy fuerte que he entregado al espectador", confiesa sobre su experiencia con los supervivientes.
El realizador ha intentado en todo momento "inyectar realidad en la historia". Para lograrlo, por ejemplo, a Ewan McGregor, que interpreta al padre de la familia española, lo rodeó de supervivientes y voluntarios que vivieron la catástrofe.La intención era "crear un clima en el set que ayudará al actor", según afirma.
Su labor con el resto de intérpretes fue también intensa, especialmente con Naomi Watts, la encargada de dar vida a la madre superviviente en la cinta.
"Estoy muy agradecido de su trabajo, porque es una persona que apreciaba que la llevara constantemente al límite; repitiera cinco veces la misma escena y le pidiese otra más cuando ella casi no podía articular palabra", recuerda sobre su experiencia con la estrella australiana de origen británico.
Sin embargo, quizá el trabajo interpretativo que resulte más sorprendente sea el de Tom Holland, un actor infantil conocido por protagonizar la versión teatral de Billy Elliot.
"En el primer ensayo que hicimos no se emocionó, sino que me hizo un ejercicio de contener la emoción, que es casi como un doble salto. Desde ese momento, me di cuenta que este chico, que físicamente no tenía nada que ver con Naomi o Ewan, era el hijo perfecto de estos personajes", asegura Bayona sobre el gran descubrimiento de Lo imposible.
El realizador lamenta que el gran trabajo del joven intérprete no pueda conseguir el Goya. La normativa actual de la Academia impide que opten al premio aquellos actores que tengan menos de 16 años en el momento del rodaje.
"No tiene sentido que exijamos a los niños un nivel de compromiso y un esfuerzo, y después no se le pueda recompensar", opina el cineasta.
Sobre el IVA del cine
Bayona también expresa su perplejidad por los recortes a las ayudas cinematográficas y la subida del IVA en el precio de las entradas.
Considera que "las medidas no van a dar el resultado que el Gobierno espera", y dice que, con el actual modelo, no podría haber rodado Lo imposible con las mismas condiciones de libertad.
A pesar de la difícil situación del cine español, Bayona no se fija como meta trabajar en el cine estadounidense.
"Si me voy a Hollywood, será más cuestión de la historia que me ofrezcan y no por el presupuesto. Me preocupa más la libertad que el lujo de disponer de todo el dinero que sea necesario", sostiene.
El cineasta también salió al paso de las críticas que comparan Lo imposible con las películas del Rey Midas de Hollywood: "Es un halago que me comparen con Steven Spielberg".
No obstante, matiza que no hay un ejercicio de "mimetismo ni de asimilación" en la película.
"Llego a la conclusión de que este parecido en Lo imposible surge por la relación que existe entre esa madre y ese hijo, y lo que esa madre le da a su hijo y ese hijo le devuelve. Eso es muy spielbergiano", concluye.
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