Juan Manuel de Prada cierra el año Unamuno pidiendo más "voces discrepantes"

  • El año de Unamuno, en el que se ha conmemorado el 75 aniversario de la muerte del autor, ha concluido hoy con una ofrenda floral ante su estatua y con la reivindicación del escritor Juan Manuel de Prada de una mayor presencia de "voces discrepantes, que no se casen con nadie, ni con ellos mismos".

Salamanca, 31 dic.- El año de Unamuno, en el que se ha conmemorado el 75 aniversario de la muerte del autor, ha concluido hoy con una ofrenda floral ante su estatua y con la reivindicación del escritor Juan Manuel de Prada de una mayor presencia de "voces discrepantes, que no se casen con nadie, ni con ellos mismos".

De Prada, nacido en Vizcaya, afincado en Zamora y estudiante de la Universidad de Salamanca, ha presidido esta mañana en Salamanca el último acto del homenaje que la capital salmantina ha rendido a Miguel de Unamuno (1864-1936) en el 75 aniversario de su muerte.

Durante 2012 se han organizado numerosas actividades que han resultado "un éxito" y con las que se ha demostrado que esta ciudad es "viva, de cultura, acogedora y de concordia", según el alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha subrayado la utilidad de estas iniciativas para recuperar la figura de Unamuno "como elemento de unión y de concordia".

En el acto previo a la tradicional ofrenda floral, Juan Manuel de Prada ha glosado la figura del pensador y escritor vasco, que fue rector de la Universidad de Salamanca, y cuya trayectoria ha calificado de "ejemplar".

"Padeció persecuciones, envidias, fue atacado con insidias y resentimientos" y, pese a ello, "siguió siendo Unamuno, contra viento y marea", ha dicho De Prada.

El autor ha añadido que la vida de Miguel de Unamuno tiene que ser "un ejemplo para todos" y ha reclamado la "necesidad de voces que no se casen con nadie, ni con ellos mismos; de personas que digan las verdades, aunque sean dolorosas".

En un discurso de apenas diez minutos y ante una representación de la vida política, empresarial y social de Salamanca, el premio Planeta y Nacional de Narrativa ha alabado la "rebeldía" del autor vasco, "sin aspavientos", y el "combate constante" del que fuera rector de Salamanca en tres aspectos: "contra él mismo, contra Dios y contra el mundo".

También ha reseñado la "agonía de quien necesitaba poner en tensión su pensamiento para interpretar el dolor de ser hombre, de ser español, de no creer en Dios y de estar en la Tierra".

Este conflicto interno de Miguel de Unamuno también ha sido destacado por el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, quien tras el acto institucional y ante los medios de comunicación ha señalado que fue la "base del diálogo tenso que mantuvo en toda su obra" literaria.

García de la Concha, catedrático de Literatura Española en la Universidad de Salamanca, ha reconocido, como hiciera De Prada en su discurso al reivindicar más voces discrepantes, que en una situación actual de "crisis del sistema, de un cambio de era, es muy importante que surja el diálogo entre posturas contrapuestas".

Tras el acto institucional se ha marchado en comitiva hasta la estatua de Unamuno, también en el centro de Salamanca y frente a la casa donde vivió y murió el autor, y se ha parado frente al medallón que tiene en la Plaza Mayor de Salamanca.

Como es tradicional, el rapsoda salmantino José María Sánchez Terrones ha leído el poema de Unamuno "Mi Salamanca", que escribió como un homenaje a la ciudad en la que vivió, donde ejerció como profesor y rector y en la que murió. EFE

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