Quien juega con fuego... el pecado de Colombia

Subestimar al rival con diez variantes fue el pecado de José Pekerman ante Costa Rica. Colombia regaló la posibilidad de ganar el Grupo A de la Copa América Centenario, un resultado que la expone a chocar con Brasil en los cuartos de final.

El entrenador argentino aceptó que fue una "apuesta arriesgada" plantear el compromiso ante los eliminados ticos sin sus mejores hombres, porque la intención, según Pekerman, era permitirle a los suplentes sumar experiencia y que la idea de juego "fluyera en todos" los citados.

Pero el experimento de la rotación falló rotundamente. Estados Unidos y Paraguay habían expuesto las debilidades defensivas de Colombia, pero el combinado resolvió la situación con la posesión de la pelota y la virtud de sus hombres ofensivos para firmar las victorias.

Ante Costa Rica no hubo ni lo uno ni lo otro: con los suplentes, en los primeros 45 minutos, hubo escaso control del balón y poco peso ofensivo.

Los cuatro hombres de fondo jugaron en Houston su primer partido juntos y le abrieron la puerta a todo lo que propuso el once costarricense, mientras que Carlos Sánchez (Aston Villa) no dio abasto para tapar huecos en una primera línea de volantes con múltiples fisuras.

"Hay momentos para correr riesgos y otros que no y consideramos que este era el momento", aseguró Pekerman.

"Era una apuesta riesgosa con muchos muchachos, que espero que no cueste un progreso en ellos, todo lo contrario, que sumen los errores, que entendamos lo que todavía falta y pensemos que van a sacar provecho y salir adelante", agregó el DT.

La angustia de James Rodríguez en el banco de suplentes resumía el sentimiento de incredulidad de la afición, que veía cómo el partido se le escapa de las manos.

El ingreso del '10' del Real Madrid, figura en los dos primeros encuentros del torneo, y de Edwin Cardona apenas arrancó el complemento fue una señal inequívoca de que lo planeado falló y había que corregir rápidamente el error para levantar el 2-1 o empatar, el otro resultado que aseguraba ganar la llave.

Pero Costa Rica no renunció a llevarse la victoria y marcó el 3-1 a casi 30 minutos del final del partido en el NRG Stadium. Fue ahí cuando tuvo que aparecer el otro bombero para apagar el incendio: Juan Guillermo Cuadrado.

En una acción individual a pura gambeta nació en los pies del habilidoso volante del Juventus el 3-2 que firmó Marlos Moreno. Fueron los mejores momentos de Colombia en el partido con los tres medios ofensivos juntos, una muestra clara del abismo que hay entre titulares y suplentes en el combinado cafetero.

"Los cuartos de final es otra situación, no hay especulación, sólo es estar bien ese día, poder tener un equipo que sienta que el partido es definitorio, mantener la concentración permanente y no dar ningún tipo de ventaja", señaló Pekerman.

En el panorama de Colombia podría aparecer Brasil si llega a imponerse en el Grupo B, un rival que Pekerman y su cuerpo técnico no contemplaba enfrentar tan pronto, y pese a que no tiene al astro Neymar, la 'canarinha' intimida por historia y hasta por el color de su casaca.

"Es un oponente duro, una potencia. Ese día tenemos que estar bien si nos toca enfrentarlos, así es el fútbol, unas veces se gana otras se pierde, esperemos ganar ese día si es Brasil nuestro rival", advirtió James.

Pekerman jugó con fuego y Colombia terminó quemada ante Costa Rica.

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