La fábrica de los horrores: "El Chicle paseó por fuera de la nave tras el crimen"

Nave donde apareció el cuerpo de Diana en Asados
Nave donde apareció el cuerpo de Diana en Asados

"E una pena moi grande e non o podíamos crer". Los vecinos de la nave en la que apareció el cuerpo de la joven Diana Quer 496 días después de su desaparición siguen sin creerse que durante tanto tiempo José Enrique Abuín la hubiera tenido ahí, en un pozo de esta antigua fábrica de gaseosas y muebles que hoy sigue vacía, con pintadas y robando algún suspiro a los vecinos que pasean por delante de su fachada. "Ahí no va a querer venir nadie", asegura a La Información una mujer que pasea junto a su nieto por una calle a la que a día de hoy todavía se acercan los Quer para dejar una corona en recuerdo de su hija mayor.

La última, "hace unos meses" con el mensaje "de tu padre, de tu madre y de tu hermana que no te olvidan". Los vecinos tampoco olvidarán a El Chicle. Ya lo tenían en sus pensamientos de vez en cuando por sus "trapicheos", pero se desvanecía la idea de que tuviera que ver algo con uno de los casos más mediáticos de los últimos tiempos porque días después de la desaparición de Diana "pasaba por delante de la fábrica tan normal, saludando y todo".

Hasta esta fábrica de los horrores, en Asados, llegó El Chicle, único procesado por el crimen de la joven madrileña el pasado 21 de agosto de 2016, sobre las tres de la mañana después de raptarla mientras regresaba su casa de veraneo en A Pobra do Caramiñal. En una zona desangelada, al final del paseo marítimo, la asaltó y metió a la fuerza en el maletero de su coche, "donde la sujetó con unas bridas y la amordazó con cinta adhesiva" poniendo rumbo a toda velocidad a un lugar que conocía bien ya que sus padres han vivido toda su vida a escasos metros de una fábrica que es conocida en la zona por haber sido primero "una nave de gaseosas y después de muebles hasta que vino la crisis".

Con Diana ya en el maletero salió a toda velocidad de la localidad coruñesa hasta incorporarse a la AG-11 (entrada sur de A Pobra do Caramiñal en el punto kilométrico 34,3) en dirección a Padrón. En los 18 kilómetros que separan ambos puntos El Chicle pasó por dos radares de la DGT y la Ría de Arousa, en cuyo puente lanzó el móvil de la joven por la ventana. Meses después una mariscadora lo encontró y gracias a ello se pudo localizar el punto exacto por el que el móvil de ambos habían estado juntos.

Ría de Arousa
Punto en el que El Chicle tiró el móvil de Diana Quer a la ría de Arousa / M.B.

El Chicle conducía por una carretera de dos carriles sin apenas curvas. Veinte minutos después, al llegar a la rotonda que hay al salir de la AG-11 dirección Rianxo, a la izquierda un cartel anuncia Asados. A escasos metros está la nave en la que algún vecino asegura que de vez en cuando alguien "ya trapicheaba por ahí, incluso El Chicle". El edificio está rodeado de viviendas. Casas bajas habitadas por vecinos que siguen llevándose las manos a la cabeza solo de pensar que "la niña estuviera aquí tan cerca". La nochevieja del pasado 2017 la vivieron consternados.

Esta vecina, que vive a escasos metros de una fábrica en la que todavía se puede apreciar el cartel con letras rojas que pone Maite Rial, sabe quien es El Chicle. Los padres son de la zona "de toda la vida" y siempre ha tenido una actitud un tanto "chulesca". Parecía "O rey do mambo" el día que llegó para reconstruir los hechos, ya como detenido. Antes se había paseado por esa calle con su coche en más de una ocasión saludando a los vecinos días después de la desaparición de Diana. "Pasaba por las calles tan normal, a menudo y hablando con los vecinos, saludando", por delante de la fábrica señala.

Recordar los datos que apunta la Fiscalía en su escrito hiela la sangre a los vecinos. Más aún caer en la cuenta días después que El Chicle no dudó en pasear por las calles en las que día antes había dejado el cuerpo de Diana Quer. Y no solo hizo eso, ya que 20 días después habría vuelto para lastrar el cuerpo de la joven con dos grandes bloques de 18,5 kilos. A los que se ve cada vez menos pasear es a los padres. "Si estuviera en su situación moriría de dolor", asegura.

Mientras relata lo vivido aquellas horas en las que no quiso ni salir de casa el día que las sirenas de la Guardia Civil rompieron el silencio de esta parroquia, la vecina de Asados no quita ojo a una nave en la que el paso del tiempo sigue dejando huella. Cristales rotos, mala hierbas invadiendo las entradas, pintura caída, cartel comido por el sol...   El candado de la puerta principal es de lo más nuevo que tiene. Por esa puerta metió el coche el pasado 22 de agosto de 2016 El Chicle. El interior de la nave da la misma sensación de abandono que el exterior: sucio y tenebroso. Allí arrojó el asesino confeso de Diana Quer el cuerpo de la joven a un pozo de agua dulce de 10 metros de profundidad. El auto, muy crudo en la descripción de los hechos, considera que Abuín Gey violó a  la joven mientras se encontraba "atada, sometida y aterrorizada".  

Lateral de la fábrica de Asados
Lateral de la fábrica de Asados / M.B.

Y mientras A Pobra do Caramiñal se volcaba en la búsqueda de la joven cuyo móvil situaba por última vez en una de las pizzerias del paseo marítimo por el que caminó dirección a su casa acechada desde ese momento por El Chicle, en la iglesia que hay a escasos 20 metros de la fábrica de los horrores, en la Parroquia de Santa María de Asados, se rezaba por el regreso de la joven Diana. Todavía hoy se sigue haciendo en su nombre. Lo que ya faltan son las flores con las que los vecinos se acercaban incluso meses después de encontrar su cuerpo hasta la puerta de la fábrica.

Parroquia de Asados
Parroquia de Asados /M.B.

Esta vecina, que prefiere no dar su nombre, acaba hablando muchas veces en gallego cuando bucea en aquel 31 de diciembre de 2017. "Aquí no lo queremos tener", asegura al enterarse que son pocas las horas que faltan para que José Enrique Abuín Gey se siente en el banquillo para responder de estos hechos.  "Puede que en la cárcel esté mejor..." deja caer. Piensa que habla en nombre de todos los vecinos cuando asegura que "no debería venir aquí porque a mí no me gustaría verlo para nada por lo que ha hecho".  Y recalca que en la zona "ya le tienen enfilado". 

Será este martes 29 de octubre cuando el autor confeso de la muerte de este joven madrileña comparezca ante el juez para prestar declaración ante un jurado popular, que se constituirá hoy y que será el encargado de emitir un veredicto. Todo ello discurrirá en una sala que el encausado ya conoce pues es la misma en la que compareció el pasado mes de abril por el intento de rapto de una joven de Boiro (A Coruña) en diciembre de 2017, unos hechos que fueron los que precipitaron su detención como sospechoso del crimen de Diana Quer. Por ese caso, 'el Chicle' fue condenado a cinco años y un mes de prisión por los delitos de detención ilegal, consumado, y agresión sexual en grado de tentativa.

Ahora, en este nuevo proceso, la jornada de mañana será de especial relevancia para la familia de la víctima mortal, puesto que será el mismo día en el que sus padres, Juan Carlos Quer y Diana López-Pinel, enfrentados en los últimos tiempos por acusaciones de presuntos malos tratos y denuncias falsas, presten declaración como testigos. Uno de los puntos claves en este caso reside en dilucidar si Diana Quer sufrió una agresión sexual, como defienden tanto la Fiscalía como la acusación, que ejercen sus padres, y como sostiene el auto de apertura de juicio oral. Esta circunstancia sería necesaria para que, junto al delito de asesinato, José Enrique Abuín fuese condenado a la pena de prisión permanente revisable, que piden para él la familia de la víctima y el Ministerio Público. 

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