El padre de Diana Quer a Pablo Iglesias: "Sigo esperando sus disculpas"

Juan Carlos Quer
Juan Carlos Quer
Europa Press

"Es un día muy triste, muy triste". Así se ha acercado Juan Carlos Quer, padre de la joven Diana que desapareció en A Pobra de Carabiñal y 500 días después su cuerpo apareció en un pozo en una nave abandonada en Asados. "Su cuerpo ya está en un sitio digno", asegura ante los medios agolpados a las puertas del Juzgado de Santiago de Compostela donde tendrá lugar el juicio por la desaparición y muerte de la joven madrileña. 

Al mismo tiempo que entraba en un furgón policial el asesino confeso de su hija, José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle, el padre de Diana aseguraba ante los medios que "ninguna condena va a devolverle la vida a mi hija ni reparar el daño de la familia. Nosotros ya estamos condenados a un apena perpetua y  me queda luchar por el legado de Diana".

Ha recordado el viaje con el cuerpo de Diana. "Ahí me mandó el mensaje de papá no te vayas a llorar vamos a cambiar las cosas para evitar que otra niña tenga que pasar por ello". Y continúa: "El legado es mantener la prisión permanente revisable, una ley necesaria que salvará vidas frente a violadores y asesinos reincidentes. Lo único que espero de nuestra clase política es que sepan entender que mayoritariamente el pueblo español de cualquier ideología lo apoyan", aseguraba.

Y se ha acordado de Pablo Iglesias, "aquel político que tachó mi proceder de venganza" para decirle que "sigo a la espera de sus disculpas y ahora que es padre probablemente entienda que a veces cuando no se sabe qué decir es mejor callar". A los medios ha vuelto a solicitar "un esfuerzo especial porque no estamos ante una página de sucesos. No es una crónica de noticias sino la vida de Diana, una niña como cualquier otra que dijo no y perdió la vida diciendo no del modo más cruel que se inventó.

Juan Carlos Quer ha querido dar las gracias al cariño y apoyo de los ciudadanos y especialmente de la gente del pueblo gallego A Pobra Do Caramiñal "que me consta que sintieron y lloraron la pérdida como si de su hija se tratase". Y a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, especialmente a la Guardia Civil, ha recordado a Marlaska que hace tres años se les prometió unas medallas de condecoraciones "que fueron comprometidas con sargentos y cabos que dejaron a sus familias en plenas fiestas navideñas para intentan detener a este asesino".

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