Juicio al violador del ascensor: piden casi cien años por cuatro agresiones en 2017

  • Pedro Luis Gallego estaba en libertad desde 2013 por la derogación de la doctrina Parot.
Hospitalizado el 'violador del ascensor' tras intentar quitarse la vida en la cárcel de Navalcarnero
Hospitalizado el 'violador del ascensor' tras intentar quitarse la vida en la cárcel de Navalcarnero
EUROPA PRESS

La Audiencia de Madrid juzgará a partir del próximo jueves a Pedro Luis Gallego, conocido como el violador del ascensor, que se enfrenta a 96 años de cárcel por la violación de dos mujeres y otros dos intentos en 2017 en la capital. El agresor estaba en libertad desde 2013 por la derogación de la doctrina Parot. Gallego ya fue condenado en su momento a 273 años de cárcel por el asesinato de Leticia Lebrato, de 17 años, en Valladolid, y de Marta Obregón, de 19, en Burgos, además de otras dieciocho agresiones sexuales. Fue puesto en libertad en 2013 gracias a la derogación de la doctrina Parot, por la que habría tenido que estar en la cárcel hasta 2022.

Ahora Pedro Luis Gallego, que permanece en prisión desde el 16 de junio de 2017, se enfrenta a una petición fiscal de 96 años por los delitos de agresión sexual, agresión sexual continuada, detención ilegal, lesiones y robo con violencia. Según el escrito del fiscal, el 16 de diciembre de 2016 sobre las 23:35 horas abordó en la zona norte de Madrid capital a una menor de 17 años a la que encañonó con una pistola y trató de llevar hasta su coche a la fuerza, quitándole la cartera y teléfono móvil, pero no lo logró gracias a la ayuda de algunos vecinos.

El 19 de febrero de 2017 el procesado presuntamente atacó a otra mujer en la zona norte de Madrid, en las cercanías del hospital La Paz, también con una pistola, y consiguió meterla en su coche con la cabeza tapada y las manos atadas para llevarla a su casa de Segovia, donde la agredió sexualmente en al menos cinco ocasiones. Al día siguiente dejó en una calle de Madrid a la mujer, a la que también había robado y quien sufrió secuelas físicas y psicológicas, según el relato de la Fiscalía.

El tercer hecho delictivo por el que Gallego se sentará de nuevo en el banquillo ocurrió sobre las 1:40 horas del 2 de abril de 2017, cuando se acercó en plena calle a otra joven a la que exigió a la fuerza que se introdujera en el coche, golpeándola con una pistola en la cabeza. Pero la joven pudo huir, relata el Ministerio Fiscal.

La cuarta agresión tuvo lugar sobre las 22:45 horas del 14 de abril de 2017, cuando el procesado abordó a otra mujer a la que, tras colocarle una pistola en la cabeza, introdujo a empujones en su coche, maniató y tapó los ojos para llevarla a una gasolinera de la localidad de Las Rozas, donde abusó de ella. Luego continuó hasta Segovia, donde la agredió sexualmente varias veces hasta que al amanecer la devolvió a la capital, con lesiones. La mujer tuvo secuelas piscológicas, detalla la Fiscalía.

La Policía Nacional detuvo a Pedro Luis Gallego el 14 junio de 2017, tras seis meses de búsqueda que comenzó tras la agresión de diciembre, y conforme se interpusieron más denuncias los investigadores se percataron de que se trataba de un violador en serie que actuaba de forma similar en las inmediaciones del hospital La Paz, según explicaron entonces fuentes de la investigación. Finalmente le localizaron y comprobaron que se trataba del violador del ascensor, que vivía en Segovia con una pareja que desconocía sus delitos. Vivía sin trabajo conocido, con el dinero que le daba su familia y de forma aparentemente normal.

El entonces jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández, explicó en rueda de prensa que ese "monstruo" reaccionó "como un detenido normal, sin hablar, encerrado en sí mismo", y aclaró que se trataba de una persona que ya había cumplido su pena por otros delitos similares y "sobre la que no cabía aplicar ninguna medida extraordinaria", como vigilancias. El pasado mes de julio, Gallego intentó suicidarse en la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), en la que se encuentra recluido, donde fue encontrado con signos de sobredosis.

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