El tribunal de instrucción nº 6 de Ceuta decidió el "sobreseimiento provisional de la causa por los delitos de homicidio y lesiones imprudentes" contra trece agentes, un capitán, un teniente y un sargento de la Guardia Civil.
La magistrada justificó dicha provisionalidad explicando que la investigación podría reabrirse si se recibiesen los resultados de las autopsias realizadas a los cadáveres hallados en playas marroquíes, que la justicia de España solicitó en reiteradas ocasiones a la de Marruecos "con resultado infructuoso".
El 6 de febrero de 2014 de madrugada, un grupo de más de 200 subsaharianos intentó entrar a nado en Ceuta, uno de los dos enclaves junto a Melilla que España tiene en el norte de África, sometidos a fuerte presión migratoria.
Para evitarlo, la Guardia Civil utilizó medios antidisturbios como pelotas de goma, aunque siempre aseguró no haberlos disparado directamente contra los inmigrantes que estaban en el agua.
Solo una veintena de personas logró entrar en Ceuta y fueron inmediatamente devueltas a Marruecos. En los días siguientes, no obstante, aparecieron hasta 15 cadáveres, cinco de ellos en playas españolas y los demás en las marroquíes.
Citando numerosos testimonios de inmigrantes, varias ONG afirmaron que los agentes habían disparado perdigones de plástico para pinchar los flotadores utilizados por los subsaharianos, muchos de los cuales no sabían nadar.
Dichos testimonios provocaron fuerte conmoción en la sociedad española e incluso críticas de la Comisión Europea por la acción de la Guardia Civil. Varias asociaciones de defensa de los inmigrantes presentaron una denuncia ante la justicia.
Pero en su decisión de este jueves, la jueza consideró que los agentes "actuaron en el ejercicio de su función de custodia y vigilancia de la frontera" y que en ella "la Guardia Civil está autorizada para utilizar medios antidisturbios reglamentarios".
"No existe ningún indicio que permita afirmar que los agentes imputados hicieron un uso inadecuado del material antidisturbio", estimó.
"Los inmigrantes asumieron el riesgo de entrar ilegalmente en territorio español por el mar a nado, en avalancha, aprovechando la noche, vistiendo gran cantidad de ropa y haciendo caso omiso a las actuaciones disuasorias tanto de las fuerzas marroquíes como de la Guardia Civil", subrayó.
España es acusada a menudo por ONG de violar los derechos humanos en las fronteras de Ceuta y Melilla.
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