Kofi Annan se perfila como el enviado especial de la ONU y Liga Árabe a Siria

  • El exsecretario general de Naciones Unidas Kofi Annan se perfila como el posible elegido para convertirse en el enviado especial que la ONU y la Liga Árabe quieren mandar a Siria, indicaron hoy fuentes diplomáticas.

Naciones Unidas, 23 feb.- El exsecretario general de Naciones Unidas Kofi Annan se perfila como el posible elegido para convertirse en el enviado especial que la ONU y la Liga Árabe quieren mandar a Siria, indicaron hoy fuentes diplomáticas.

Annan, máximo responsable de Naciones Unidas entre 1997 y 2006, es el candidato favorito para hacerse con el cargo, un puesto que deben acordar el actual secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, a instancias de la resolución que la Asamblea General adoptó la pasada semana contra Damasco.

Las mismas fuentes aseguraron a Efe que el nombre del elegido finalmente se desvelará el viernes durante la reunión de "Amigos de Siria", que se celebrará en Túnez.

También reconocieron que otro de los nombres que se barajan para ese puesto es el del expresidente de Finlandia y Nobel de la Paz Martti Ahtisaari, quien fue enviado de la Unión Europea (UE) y de la ONU para Kosovo.

Los portavoces de Ban Ki-moon en la sede central de la ONU en Nueva York se limitaron a confirmar que el secretario general se reunió hoy con Al Arabi en Londres, aprovechando la conferencia internacional sobre Somalia, y que ambos trataron sobre el nombramiento del enviado especial a Siria.

"Si se confirma el nombramiento de Kofi Annan, ése sería un importante mensaje de lo importante que es la crisis en Siria para la ONU. Annan es un peso pesado de la política internacional y cuenta con un gran prestigio", apuntó a Efe un fuente diplomática occidental acerca de la posible elección del diplomático africano.

Kofi Annan (Ghana, 1938), que en 2001 recibió el premio Nobel de la Paz, fue el séptimo secretario general de la ONU, un cargo con el que encabezó delicadas misiones políticas, como la que en 1998 le llevó a Bagdad para convencer a los iraquíes a colaborar con los inspectores de la ONU.

El mayor escándalo al que tuvo que enfrentarse al frente de la ONU fue el protagonizado por el programa "Petróleo por Alimentos" precisamente en Irak, que salpicó, además de grandes corporaciones y a algunos funcionarios de la ONU, al propio Annan por las conexiones de su hijo, Kojo, con una empresa suiza proveedora de servicios bajo este plan.

La máxima prioridad de la ONU en estos momentos es garantizar el acceso de ayuda humanitaria a Siria, una tarea de la que se encargará ese enviado especial, según han explicado en repetidas ocasiones los portavoces de Ban.

La elección de un enviado especial a Siria era uno de los puntos incluidos en la simbólica resolución que, pese a la oposición de China y Rusia, aprobó la semana pasada la Asamblea General por abrumadora mayoría.

En esa ocasión se condenó la violencia gubernamental contra la población civil siria y se exigió al presidente Bachar al Asad que cumpla con el plan de transición elaborado por la Liga Árabe, que contempla su salida del poder.

Ban también ha pedido a la responsable de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) del organismo, Valerie Amos, que visite Siria para analizar la situación humanitaria sobre el terreno mientras continúa la ola de violencia.

La violencia sigue cobrándose vidas cada día en Siria, donde este jueves murieron al menos 46 personas en distintos ataques de las fuerzas del régimen de Al Asad, mientras que 17 cadáveres, supuestamente de soldados desertores, fueron hallados en una prisión de Idleb (norte), según un grupo opositor.

La falta de acceso al país ha impedido a Naciones Unidas actualizar desde mediados de enero la cifra de muertos que ha dejado la represión, que entonces cifró en más de 5.400, aunque ahora los opositores calculan que son ya más de 8.500 las personas que han perdido la vida desde el inicio de las protestas en Siria.

La comisión internacional de investigación creada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para examinar la situación en Siria aseguró hoy que tiene la "convicción" de que las graves violaciones de los derechos humanos cometidas en el país responden a "una política de Estado".

En un informe, la comisión señaló que "las órdenes para cometer esas violaciones se originan en directivas emitidas en las instancias más altas de las fuerzas armadas y el Gobierno".

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