La absolución de Gotovina tensa las relaciones entre Croacia y Serbia

  • Las relaciones entre Serbia y Croacia están en un laberinto tras la absolución esta semana de los generales croatas Ante Gotovina y Mladen Markac de los cargos de crímenes de guerra contra serbios.

Vesna Bernardic y Snezana Stanojevic

Zagreb/Belgrado, 23 nov.- Las relaciones entre Serbia y Croacia están en un laberinto tras la absolución esta semana de los generales croatas Ante Gotovina y Mladen Markac de los cargos de crímenes de guerra contra serbios.

Mientras en Croacia miles de personas recibieron con júbilo el lunes el dictamen del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), la primera reacción serbia fue cancelar la visita a Croacia de su viceprimera ministra, Suzana Grubjesic.

El final de la guerra de independencia de Croacia en 1995 estuvo marcado por la operación "Tempestad", liderada por Gotovina y Markac, durante la que decenas de miles de serbios fueron expulsados del país.

La guerra entre una joven Croacia independiente y el entonces Ejército yugoslavo, liderado por serbios, causó más de 10.000 muertos, decenas de miles de heridos y cientos de miles de desplazados.

El analista serbio Predrag Simic consideró en unas declaraciones a Efe que ahora el principal problema para las relaciones bilaterales es "el destino de las denuncias de genocidio que ambas partes han presentado ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ)".

"En este momento de euforia en Croacia y de consternación en Serbia le será muy difícil a los líderes de ambos pueblos retirar esas acusaciones y encontrar una solución de compromiso", explicó.

Las relaciones serbocroatas se habían descongelado en los últimos años gracias a los amistosos contactos entre el expresidente reformista serbio Boris Tadic y su homólogo croata, Ivo Josipovic.

Pero el nuevo mandatario serbio, el nacionalista Tomislav Nikolic, empezó a usar otro lenguaje, al calificar la ciudad croata de Vukovar como "serbia" o al negar que la masacre de 8.000 musulmanes en Srebrenica (Bosnia) fuera un genocidio.

Josipovic dijo en una entrevista con Efe que esas declaraciones son "inaceptables" para Croacia.

Asimismo, consideró como "absolutamente irracional" que Serbia quiera enfriar ahora sus relaciones con Croacia por la decisión de una corte internacional.

La tarea común de ambos países debe ser "calmar las pasiones y aceptar los resultados de la Justicia internacional", perseguir a los criminales de guerra y trabajar a favor del desarrollo de buenas relaciones mutuas, señaló Josipovic.

En ese sentido, el presidente croata aseguró que todos los sospechosos de crímenes de guerra serán castigados en su país.

Pese a estas promesas, en Serbia el euroescepticismo podría crecer ante la supuesta parcialidad de la Justicia internacional.

Simic duda de que en este momento de consternación serbia tras la absolución de Gotovina se puedan lograr grandes avances en el acercamiento hacia la Unión Europea.

"En este contexto, tal vez podría producirse incluso una parálisis", dice Simic, especialmente si el TPIY decide liberar a Ramush Haradinaj, un ex primer ministro kosovar acusado de crímenes de guerra contra serbios.

"Eso sería concebido por la ciudadanía serbia como la derrota definitiva de Serbia y como una prueba definitiva de la parcialidad de Occidente", concluyó el analista.

A pesar del malestar, Belgrado ha dado algunos pasos para atenuar la retórica y el primer ministro, Ivica Dacic, aseguró que el dictamen de La Haya "no contribuirá a la estabilización de la región ni abrirá viejas heridas".

"Estamos aquí, si nos queréis. Si tenéis otras nuevas condiciones, entonces no nos queréis", ha declarado sobre los requisitos puestos por Bruselas para que Serbia se acerque a la UE.

En Croacia, más allá de la euforia nacionalista por la liberación de Gotovina, existen voces que reclaman una reacción medida y pragmática de un país que en julio de 2013 será socio de la UE.

"Croacia es la que ahora debe ir con la iniciativa de calmar la situación, rectificar las injusticias, tratar por igual todos los crímenes de guerra", dijo a Efe Zoran Pusic, presidente del Comité Civil para Derechos Humanos.

Es que Serbia "se siente humillada por lo que considera una gran injusticia, como si no hubiera habido crímenes de guerra contra víctimas serbias", explicó el activista croata.

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