La autopsia del exnuncio acusado de pederastia apunta a la muerte natural

  • La muerte del antiguo prelado polaco acusado de pederastia Josef Wesolowski, fallecido en la madrugada del viernes, se debió a causas naturales relacionadas con un problema cardíaco, anunció este sábado el Vaticano al comunicar los resultados de la autopsia.

El fiscal del Vaticano ordenó la autopsia después de que monseñor Wesolowski fuera hallado muerto en su domicilio de la ciudad-Estado, donde cumplía detención domiciliaria desde septiembre de 2014.

Una hermana polaca que vivía en el mismo inmueble fue la primera en hallarlo sin vida el viernes al amanecer, ante su televisor encendido, según el diario italiano Il Messaggero.

Una comisión de tres expertos coordinada por el profesor Giovanni Arcudi, médico legal de la Universidad de Roma Tor Vergata, realizó la autopsia en la tarde del viernes.

"Según las primeras conclusiones extraídas del examen macroscópico, se confirma la causa natural de la muerte, relacionada con un hecho cardíaco", indicó la comisión.

"En los próximos días, la oficina del fiscal recibirá los resultados ulteriores procedentes de los exámenes habituales del laboratorio realizados por la comisión", añadió.

El funeral por Wesolowski tendrá lugar el lunes a las 17H00 (15H00 GMT) en Ciudad del Vaticano, indicó el padre y viceportavoz Ciro Benedettini.

Las exequias serán celebradas por su compatriota monseñor Konrad Krajewski, el capellán del papa Franciso, en una ceremonia abierta a todos los fieles que quieran asistir, aunque no estará permitido tomar vídeos ni fotografías.

Los restos mortales del difunto se trasladarán a continuación a Polonia, como desea su familia, "lo más probablemente" un día después, añadió el padre Benedettini.

La repentina muerte de Wesolowski puso fin de manera abrupta al primer juicio en el Vaticano por abusos sexuales a menores.

Wesolowski, de 67 años, sufría, al menos desde diciembre, episodios depresivos y problemas de salud. Ingresó en el hospital el 10 de julio, un día antes de que comenzara su juicio.

El Vaticano habló entonces de un malestar debido a una caída de tensión, pero la prensa italiana afirmó que había ingerido una mezcla de alcohol y medicamentos, lo que hizo planear la duda de un intento de suicidio.

El también exnuncio ante la República Dominicana se enfrentaba a entre 6 y 7 años de prisión por los actos pederastas de los que se le acusaban en ese país caribeño, y por la posesión de una "cantidad importante" de fotografías pedopornográficas, descargadas de internet en la Santa Sede.

A nivel de justicia eclesiástica, la Congregación para la Doctrina de la Fe lo había juzgado y sancionado en junio de 2014 a la reducción al estado laical, la pena máxima para un prelado.

El juicio fallido fue percibido como un fracaso del proceso de transparencia iniciado por el papa Francisco, que adoptó una línea dura en las cuestiones de pederastia en la Iglesia. Era el primer juicio jamás organizado en el Vaticano por acusaciones de este tipo.

Asociaciones como SNAP, una red estadounidense de antiguas víctimas, esperaban que el acusado implicara a otros prelados, y lamentaron que nunca vayan a salir a la luz las posibles complicidades o protecciones de las que se habría beneficiado.

jlv/amd/sgf/age

Mostrar comentarios