La Bundeswehr cierra oficialmente su misión en la provincia afgana de Kunduz

  • El ejército alemán concluyó oficialmente hoy, tras más de diez años, su misión en la provincia afgana de Kunduz, una de las más peligrosas del país, dentro del proceso escalonado de salida de las tropas germanas.

Berlín, 6 oct.- El ejército alemán concluyó oficialmente hoy, tras más de diez años, su misión en la provincia afgana de Kunduz, una de las más peligrosas del país, dentro del proceso escalonado de salida de las tropas germanas.

Los ministros de Defensa, Thomas de Maizière, y de Exteriores, Guido Westerwelle, encabezaron hoy la delegación alemana que participó en la ceremonia de devolución de competencias de seguridad a las autoridades afganas en Kunduz (norte del país).

De Maizière agregó que el ejército alemán tuvo que aprender a luchar en Afganistán: "Esto ha sido un punto de inflexión, no sólo para la Bundeswehr, sino también para la sociedad alemana".

"Aquí se ha construido y luchado, llorado y confortado, matado y caído. Aunque el ejército abandone hoy Kunduz, nunca olvidaremos este lugar", afirmó el ministro en su discurso.

Por su parte, Westerwelle aseguró que pese a esta retirada, coordinada con el resto de aliados implicados en el país asiático, Alemania "no le va a dar la espalda" a Afganistán y seguirá involucrada en su reconstrucción.

Está previsto que antes de final de mes los últimos soldados de la misión alemana concluyan sus operaciones sobre el terreno en la región y que la mayor parte del destacamento regrese a Alemania.

Un máximo de 300 militares permanecerán en la localidad de Mazar i Sharif, donde las tropas germanas tienen establecida su principal base de operaciones, para apoyar en caso de necesidad al ejército afgano.

La situación en Kunduz, una de las regiones más peligrosas de Afganistán, ha empeorado en los últimos meses y la ceremonia tuvo lugar entre fuertes medidas de seguridad.

El fin de las operaciones alemanas en Kunduz es un hito dentro del repliegue de la Bundeswehr, que finalizará a finales de 2014, cuando todas las tropas de la OTAN destacadas en Afganistán tienen previsto abandonar el país -salvo retenes para emergencias y formación.

Berlín acordó con el resto de países implicados militarmente en Afganistán una retirada coordinada de sus efectivos, que comenzó este año y está previsto que concluya el próximo, dependiendo de la estabilización de la zona y del proceso de asunción de responsabilidades por Kabul en materia de seguridad y defensa.

En la actualidad alrededor de 4.000 soldados alemanes están desplegados en Afganistán, de los que unos 900 se encuentran en Kunduz.

A partir de 2015 y una vez que el operativo de la OTAN haya abandonado Afganistán, el Gobierno alemán se ha comprometido a mantener a unos 800 militares en el país para colaborar en tareas de formación y asesoría del ejército local.

Oficialmente, la implicación alemana en Afganistán ha costado a las arcas públicas 7.600 millones de euros, pero estudios independientes elevan esta cifra hasta los 17.000 millones.

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