La búsqueda de 19 militares griegos devuelve a Chipre a su pasado

  • Chipre está reviendo su pasado con la búsqueda de los cuerpos de 19 militares griegos, cuyo avión fue derribado por fuego amigo en 1974 durante una misión secreta para apoyar a los grecochipriotas ante el invasor turco.

Aún no había amanecido aquel 22 de julio de 1974 cuando el aparato se estrelló con decenas de pasajeros a bordo, tras ser alcanzado por los disparos grecochipriotas. Las familias de 19 de esos soldados nunca supieron qué fue de sus cuerpos.

Las autoridades han iniciado en un cementerio militar de Nicosia la búsqueda de sus restos, que habrían sido enterrados aprisa junto al fuselaje del avión para esconder un incómodo accidente.

"Fueron enterrados por orden del ejército... era embarazoso" porque los grecochipriotas habían disparados a sus hermanos de armas griegos, explica el abogado Achilleas Demetriades, especializado en derechos humanos.

"Es inaceptable que se haya necesitado tanto tiempo para excavar en un lugar de inhumación conocido", lamenta Demetriades, aunque felicita al gobierno por haber tenido el valor de iniciar la búsqueda.

En realidad, el gobierno chipriota sólo se decidió a exhumar los restos en febrero de 2014, después de que se lo pidiera el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, al que recurrió la familia de dos de los oficiales griegos fallecidos en el accidente.

En 1974 el avión "Noratlas" participaba en la operación Niki (Victoria), con la que Atenas envió un batallón de fuerzas especiales para ayudar a la Guardia Nacional grecochipriota a luchar contra ejército turco, mejor entrenado y equipado.

Las fuerzas turcas habían desembarcado en el país dos días antes, a raíz de un golpe de Estado de los nacionalistas grecochipriotas, que pretendían unir Chipre a Grecia. Desde aquella invasión, la isla está dividida entre el sur grecochipriota y el norte ocupado por Turquía.

El 22 de julio de 1974, trece aviones despegaron de Creta rumbo a Chipre donde aterrizaron todos con las luces apagadas, volando a baja altitud, tras haber desconectado todos los sistemas de comunicación, para burlar la vigilancia turca.

Pero las fuerzas grecochipriotas confundieron uno de esos aparatos, el "Noratlas", con un bombardero turco y lo derribaron sobre las 03H00. El avión se estrelló cerca del antiguo aeropuerto de Nicosia. El lugar se convirtió después en el cementerio militar de Makedonitisa.

Tras las búsquedas infructuosas en un cementerio vecino, estudios preliminares permitieron encontrar un fragmento de 50 centímetros del "Noratlas" en Makedonitisa, en las afueras de Nicosia.

Ironías de la vida, la pieza se hallaba bajo un monumento funerario en memoria de las víctimas de la invasión turca.

Un grupo de expertos extranjeros acudirá al cementerio la próxima semana para sondear la zona y decidir cómo se llevarán a cabo las excavaciones. La labor de búsqueda exigirá precauciones, ya que el avión transportaba explosivos y armas.

Las autoridades consideran que la operación podría terminar antes de noviembre.

"Nuestro objetivo es encontrar el fuselaje y los restos de esos hombres. Haremos todo lo que esté en nuestro poder para encontrarlos y llevarlos a sus casas con el honor que les es debido", aseguró el comisario chipriota de derechos humanos, Fotis Fotiou.

El abogado Demetriades considera, por su parte, que "ahora el gobierno debe tener la valentía de pedir perdón a las familias", que no pudieron enterrar a sus seres queridos.

Sólo uno de los 32 pasajeros del "Noratlas" pudo sobrevivir al saltar del avión en llamas, poco antes de que se estrellara.

Los restos de algunos fallecidos fueron entregados a sus familias en 1979 pero, hasta ahora, sólo 12 víctimas pudieron ser identificadas gracias a su ADN, y 19 siguen bajo tierra.

Grecia y los familiares de esas personas celebraron la decisión de exhumar el avión derribado por sus aliados.

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