La Comisión Ballenera finaliza sin acuerdo en los puntos más relevantes

  • Agadir (Marruecos).- La Comisión Ballenera Internacional (CBI) concluyó hoy su reunión anual con la satisfacción de haber logrado el consenso en la modificación de la cuota aborigen de subsistencia, pero habiendo fracasado en su intento por reformar la moratoria a la caza comercial.

La Comisión Ballenera finaliza sin acuerdo en los puntos más relevantes
La Comisión Ballenera finaliza sin acuerdo en los puntos más relevantes

Agadir (Marruecos).- La Comisión Ballenera Internacional (CBI) concluyó hoy su reunión anual con la satisfacción de haber logrado el consenso en la modificación de la cuota aborigen de subsistencia, pero habiendo fracasado en su intento por reformar la moratoria a la caza comercial.

Ambos puntos protagonizaron los debates más intensos de su 62 encuentro, clausurado hoy en la localidad marroquí de Agadir y en donde países detractores y partidarios de la captura de esos cetáceos mantuvieron sus diferencias fundamentales.

"Nos marchamos reconociendo la necesidad de mantener la implicación, porque al final del día todos buscamos la manera de que la CBI mejore su mandato", apuntó el presidente en funciones, Anthony Liverpool.

La concesión a Groenlandia de una cuota de caza de subsistencia de nueve ballenas jorobadas al año durante el próximo trienio, lo que le permite cazar esa especie por primera vez en 24 años a cambio de reducir hasta diez el número de ballenas Aleta anualmente fue el ejemplo más destacado de cómo la lucha de intereses se aparcó en beneficio del consenso.

El objetivo de reformar la moratoria de caza comercial impuesta en 1986, para la que se proponía levantar la suspensión en favor de un régimen más manejable de caza controlada para los tres países que actualmente capturan (Japón, Islandia y Noruega), se aplazó sin embargo hasta 2011.

Ese punto formaba parte de una propuesta presidencial de consenso, que fue aparcada y en la que estaba incluida la creación de un santuario en el Atlántico Sur, que constituía un punto vital para las naciones conservacionistas, lideradas por Latinoamérica y Australia.

Víctima de la falta de acuerdo entre los 88 países miembros fue también la regulación de la caza realizada con fines científicos, en la que Japón se ampara y bajo la que capturó en 2009 un total de 824 cetáceos.

Los otros 1.043 que según la comisión se mataron en esa fecha correspondieron tanto a Noruega e Islandia, que cazan alegando objeciones a la moratoria, como a la autorizada caza de subsistencia por parte de comunidades indígenas de Groenlandia, Alaska, Rusia y San Vicente y las Granadinas.

Con vistas a reducir las diferencias existentes entre las delegaciones, en el encuentro se acordó un periodo de reflexión de un año, que dé tiempo también para reflexionar sobre el papel de la CBI, creada en 1946 para regular la caza de ballenas con el objetivo de garantizar la conservación adecuada de sus poblaciones.

"La comisión va a seguir trabajando en el comité científico y de conservación, y en los temas realmente serios a los que se dedica.

"Intercambiaremos opiniones durante esta pausa y nos volveremos a ver en la próxima reunión. Nada dramático ha ocurrido", dijo a EFE la delegada argentina, Susana Ruiz.

En cambio, para la representante del grupo medioambiental PEW, Susan Lieberman, en esta cita "se dieron un montón de oportunidades perdidas para hacer un mundo mejor para las ballenas. La propuesta del presidente no era lo suficientemente buena, pero se podría haber mejorado con más voluntad política".

Greenpeace lamentó también que no se hubiera aprovechado la posibilidad de dar un paso adelante hacia la finalización de la caza comercial e instó a los miembros de la CBI a que se comprometan "por el futuro de la conservación de las ballenas".

Las organizaciones ecologistas denunciaron que más allá de la caza, esos cetáceos son víctimas de otros factores, como la contaminación o de la captura accidental, a causa de la cuál mueren cerca de 300.000 ejemplares de todas las especies al año.

"Una ballena viva vale más que una muerta", subrayó la delegación australiana, que presentó un informe según el cual en 2009 el turismo de avistamiento de ballenas generó en todo el mundo 1.700 millones de euros y atrajo a 13 millones de turistas.

La CBI tendrá una nueva oportunidad de abordar los temas pendientes el año que viene, en una sede todavía por decidir, y para la cual se pueden postular los países miembros hasta el próximo septiembre.

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