La comisión europea insta a los estados miembros a impulsar la gestión común del espacio aéreo


La Comisión Europea ha pedido a los Estados miembros que mejoren sus Bloques Funcionales de Espacio Aéreo (Functional Airspace Blocks, FAB) respectivos, que conforman un espacio aéreo común estructurado en torno a los flujos de tráfico y no en torno a las fronteras nacionales.
Según informó la Comisión en un comunicado, los FAB constituyen una etapa crucial hacia un sistema de aviación “más eficiente, más barato y menos contaminante” en Europa.
La Comisión Europea estableció que todos los Estados miembros de la UE deberían haber conformado sus FAB el 4 de diciembre de 2012 como muy tarde. Pese a ello, los avances reales en la reorganización del espacio aéreo de estos FAB han sido “lentos”, lo que, según la Comisión, significa “más retrasos, mayor consumo de combustible y, por tanto, más emisiones de gases de efecto invernadero, así como mayores cargas económicas para las compañías aéreas”.
La Comisión, por medio de las cartas de emplazamiento que ha emitido hoy, pide a los Estados miembros que tomen medidas para optimizar la implantación de sus FAB y los servicios de navegación aérea. De momento, los FAB entre Austria, Chequia, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría y Croacia (Fabce), Bulgaria y Rumanía (Danube FAB), Lituania y Polonia (Baltic FAB), España y Portugal (Southwest FAB) y el FAB entre el Reino Unido e Irlanda (UK-Ireland) ya han entrado en vigor. Sin embargo, el FAB entre Italia, Grecia, Chipre y Malta (Bluemed FAB) todavía está en fase de establecimiento formal.
Siim Kallas, vicepresidente de la Comisión responsable de Transportes, declaró que “ya es hora de que acabemos con las fronteras nacionales en el espacio aéreo europeo” e indicó que “los FAB son un componente necesario y fundamental del Cielo Único Europeo”.
Según Kallas, “por el momento estos espacios aéreos comunes solo existen sobre el papel; se han creado formalmente, pero todavía no están funcionando”, por lo que instó a los Estados miembros a que “se muestren más ambiciosos y a que impulsen la implantación del Cielo Único”.
Según la Comisión, el retraso en la implantación del Cielo Único “genera ineficiencias en todo el sistema de gestión del tráfico aéreo europeo” y “aumenta los costes totales de la navegación aérea y las cargas impuestas en Europa entre un 30 y un 40%”, lo que representa “una pérdida de unos 5.000 millones de euros al año”.

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