"La Comisión propone crear un fondo especial de emergencia, dotado de 1.800 millones de euros en un primer momento (...) para resolver las crisis que aqueja a la región del Sahel y del lago Chad, el Cuerno de África y el norte de África", declaró el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en un discurso ante el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo (este de Francia).
"Queremos ayudar a que se instale durablemente la estabilidad, por ejemplo creando posibilidades de empleo en las comunidades locales, y así resolver las causas profundas de la inestabilidad, los desplazamientos forzados y la inmigración clandestina", agregó.
"Cuento con la contribución de todos los Estados miembros", subrayó Juncker. De momento sólo España confirmó su participación. El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se declaró este miércoles "reconfortado" por la propuesta de Juncker, reclamando una "política global" que vaya "al origen y al fondo del problema" lo que "no ha hecho la Unión en los últimos años".
La creación de un fondo fiduciario apunta a que "los fondos puedan ser reafectados más rápidamente sin una excesiva burocracia", explica la Comisión en un documento.
El fondo podrá financiar proyectos en Gambia y Mauritania, Burkina Faso, Camerún, Chad, Malí, Níger, Nigeria y Senegal así como Yibuti, Eritrea, Etiopía, Tanzania, Uganda, Kenia, Sudán y Sudán del Sur, Libia, Marruecos, Egipto, Túnez y Argelia.
El fondo será alimentado principalmente desde el 11º Fondo Europeo para el Desarrollo (FED), que prevé unos 30.000 millones de euros en ayuda al desarrollo para los países ACP (África, Caribe y Pacífico) entre 2014 y 2020. Hasta 1.000 millones de euros saldrían de la reserva del FED y 315 millones de programas regionales.
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