La crecida del río Paraguay invade Asunción

  • Una impresionante crecida del río Paraguay invade este domingo la capital paraguaya y enfila hacia calles céntricas de Asunción, tras golpear la operatividad de puertos y aduanas y dejar cerca de 65.000 damnificados, que se aprestan resignados a celebrar la Navidad en refugios precarios.

Copiosas lluvias que azotan todo el territorio desde fines de noviembre colapsaron los cauces de ríos y arroyos al elevar rápidamente el nivel de las aguas, que está a un metro y medio de alcanzar el récord histórico de 1983.

"El río está muy por encima del nivel que nosotros consideramos como crítico para realizar las evacuaciones. Las predicciones nos advierten que esto seguirá subiendo y tenemos que prepararnos para ubicar a más damnificados", dijo Joaquín Roa, titular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).

Según registros de la SEN, el río llegó a una altura de 7,50 metros en Asunción. En 1983 la crecida alcanzó los 9 metros. Fue cuando las aguas alcanzaron la céntrica calle Palma.

Unas 13.000 familias quedaron sin hogar según un informe del organismo de emergencia divulgado a media noche del viernes, lo que se traduce en unas 65.000 personas. Pero esta cifra probablemente se incrementó por la continuada crecida el fin de semana.

Los equipos de socorro fueron rebasados por las necesidades y en la mayoría de los casos solo funciona el sistema de autoayuda. "La gente del gobierno no da abasto para la mudanza", dijo a la AFP Teodolina Acosta, una madre de cuatro menores del Bañado Sur.

"Ya nos acostumbramos a salir (de las viviendas) pero es muy agotador. Es un gran perjuicio", agregó su hermana Clementina.

Celestino Alonso, un antiguo morador del Bañado Sur, que ayudaba en la evacuación de una de las familias, dijo que él se mudó de la zona crítica hace muchos años. "Prefiero alquilar una pieza (un cuarto) en la zona alta. Me cansé de vivir angustiado en cada inundación".

Es la tercera crecida del año, la más preocupante, que se apodera hasta de los campamentos de emergencia, donde los niños se divierten entre charcos de agua y lodazales despreocupados del drama de sus resignados padres, que se imaginaban unas fiestas de fin de año en un ambiente menos insalubre y hacinado.

El presidente Horacio Cartes declaró el viernes estado de emergencia en Asunción y otros siete departamentos: Concepción, San Pedro, Misiones, Central, Ñeembucú, Amambay y Presidente Hayes.

Los damnificados ocupan veredas, plazas, paseos centrales y su presencia genera inquietud en los propietarios de los barrios altos.

"Todo se ha desbordado muy rápidamente. Estamos evacuando y a la vez apoyando con insumos entre colchones y carpas", dijo el titular de la SEN, en declaraciones a periodistas.

Las aguas rebosaron hasta los principales puertos de Asunción. La carga y descarga de mercaderías se redujo al mínimo, admitió el administrador de Aduanas Víctor Olmedo.

"Tenemos cero actividad desde el viernes", remarcó. Olmedo dijo que la paralización de actividades afecta más a la gente humilde, estibadores, transportistas, lancheros y comerciantes que viven de la febril actividad de los puertos.

El Club Deportivo de Puerto Sajonia, en el barrio Sajonia, informó a sus socios -de clase media, media alta- que ya no podrán ingresar sus vehículos al predio de la entidad. Las aguas llegaron el domingo a su puerta principal de acceso.

La Dirección de Meteorología anunció que las lluvias seguirán y estimó que el Fenómeno del Niño recién reducirá sus efectos a partir de marzo o abril.

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