La disidencia pierde a Óscar Espinosa y su voz crítica con la economía cubana

  • La disidencia interna y el exilio cubanos lamentaron hoy la "irreparable" pérdida de Óscar Espinosa, economista crítico y exprisionero de conciencia del Grupo de los 75 fallecido este lunes en España a consecuencia de una larga enfermedad hepática.

La Habana, 23 sep.- La disidencia interna y el exilio cubanos lamentaron hoy la "irreparable" pérdida de Óscar Espinosa, economista crítico y exprisionero de conciencia del Grupo de los 75 fallecido este lunes en España a consecuencia de una larga enfermedad hepática.

Espinosa, de 72 años, murió en el hospital de cuidados paliativos de Fuenfría en la localidad madrileña de Cercedilla, donde se encontraba ingresado desde finales de agosto, si bien se encontraba en España desde marzo para tratarse de su grave dolencia.

"Tuvo toda la atención médica posible, pero serias enfermedades ya no podían ser superadas. Murió tranquilo, deseando regresar a su patria, Cuba, y con la añoranza de continuar entregando todos sus esfuerzos por el progreso y la democracia de nuestro país", escribió este lunes su viuda, Miriam Leyva, en la red social Facebook.

La muerte de este disidente cubano, más conocido como Chepe (su segundo apellido) suscitó reacciones de pesar entre opositores de dentro y fuera de la isla, muchos de los cuales destacaron la lucidez y profundidad de sus críticos análisis sobre la complejidad de la economía cubana.

En Cuba, las Damas de Blanco se declararon "de luto" y recordaron que él fue uno de los disidentes prisioneros que motivaron durante años sus demandas de liberación de presos políticos ante el Gobierno cubano

Berta Soler, actual líder de este grupo femenino, dijo a Efe que Chepe fue "un gran hombre que entregó su vida a la democracia y la libertad del pueblo de Cuba" y lamentó su muerte como "una pérdida irreparable para la oposición interna en la isla".

José Daniel Ferrer, que también fue preso del grupo de los 75 disidentes encarcelados y condenados a largas penas en la llamada Primavera Negra de 2003, definió a Espinosa como un "buen cubano", "un hombre inteligente, muy buen economista, muy lúcido y certero a la hora de analizar y opinar sobre la situación nacional".

En esa misma línea, la economista disidente Marta Beatriz Roque, la única mujer del Grupo de los 75 presos de 2003, coincidió en recordarlo como "un hombre dedicado a analizar los problemas económicos de Cuba dentro de la oposición" y resaltó su "actitud contestataria".

Para Guillermo Fariñas, premio Sájarov del Parlamento Europeo en 2010, fue "un muy agudo economista, caracterizado por la objetividad".

Elizardo Sánchez, portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), consideró que Chepe fue una de las referencias "más importante" por sus evaluaciones de la economía cubana en calidad de académico y miembro de la sociedad civil de la isla.

Desde el exilio cubano en Miami (EE.UU.), Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, se manifestó convencido de que la ausencia de Chepe "tendrá un gran impacto" por su "tremendo trabajo como economista" riguroso y creíble.

También mostró su pesar Antonio Díaz Sánchez, miembro del consejo coordinador del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), quien destacó de Chepe su absoluta "integridad", el "entregado" trabajo y su "respeto" en todo momento hacia posturas y valoraciones distanciadas de la suya.

De carácter amable y talante moderado, Espinosa comenzó su activismo en la disidencia en la década de los 90 del siglo pasado, después de haber ocupado varias responsabilidades en la administración castrista, entre ellos jefe de departamento en el Instituto Nacional de Reforma Agraria.

También ejerció como consejero económico en la embajada de Cuba en la antigua Yugoslavia entre 1984 y 1987, año en que sus opiniones sobre los cambios en la Unión Soviética y la política económica del Gobierno de Cuba le acarrearon el cese y fue transferido a Cuba para trabajar como especialista en el Banco Nacional de la isla.

El año 1992 marcó definitivamente el destino de Espinosa, cuando fue acusado de "contrarrevolucionario" y quedó desempleado.

Desde entonces se dedicó al periodismo independiente y publicó en numerosos revistas y periódicos de otros países como España o Estados Unidos.

El 19 de marzo de 2003 Espinosa Chepe fue encarcelado durante la oleada represiva contra 75 disidentes y periodistas independientes, y fue condenado a 20 años de prisión, aunque por su delicado estado de salud salió de la cárcel en 2004 con una "licencia extrapenal", un permiso equivalente a una libertad condicional.

Además de sus artículos, escribió los libros "Crónica de un desastre" (2003); "Cuba, revolución o Involución" (2007) y "Cambios en Cuba: pocos, limitados y tardíos" (2011).

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