Madrid.- La edad media de las víctimas de violencia machista bajó en 2010 hasta los 41 años, frente a los 44 de 2009, según consta en el informe del Observatorio de contra la Violencia Doméstica y de Género de 2010 que ha estudiado hoy el Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
El informe, que analiza las actitudes de la víctima, su agresor, su entorno y el comportamiento de los agentes implicados, constata que el pasado año murieron 73 mujeres a manos de sus parejas o exparejas, lo que supone un incremento del 32,7 por ciento con respecto a 2009, año en el que fueron asesinadas 55.
La gran mayoría, siete de cada diez, no habían presentado denuncia previa contra su agresor y seis de cada diez mantenían en el momento de perder la vida "un vínculo afectivo" con su agresor, según el Observatorio del CGPJ.
De las 22 mujeres que habían denunciado en algún momento, el 36 por ciento renunció a seguir con el procedimiento y 17 de ellas solicitaron una orden de protección en vigor, es decir, un 77 por ciento.
De esas 17, los jueces concedieron 14 (un 82 por ciento) aunque en el momento de la muerte, 13 tenían vigentes medidas de protección.
La presidenta del Observatorio, Inmaculada Montalbán, resalta en un comunicado que el informe demuestra que el asesinato "no es un hecho aislado, súbito o repentino, sino que viene precedido de insultos o vejaciones que constituyen un indicador de riesgo", puesto que "las amenazas y el miedo expresado por la mujer, son los primeros signos de alerta".
El informe analiza por primera vez la actitud de los testigos de los malos tratos e indica que en 12 de 22 supuestos consta que hubo testigos de agresiones física o verbales previas (cuatro eran familiares, y ocho, terceros o vecinos).
En este sentido, el estudio subraya que "aun existe una escasa implicación de familiares y vecinos" a la hora de denunciar estos hechos", ya que piensan que se trata de un asunto privado y "no quieren involucrarse".
Por ello, Montalbán reclama una mayor implicación del entorno familiar y social para ayudar a la víctima a salir de la espiral del maltrato.
El 62 por ciento de las víctimas eran españolas, y el 38 por ciento, extranjeras, lo cual refleja "una especial sobrerrepresentación" de las mujeres extranjeras si se tiene en cuenta que el pasado año suponían un 11,47 por ciento de la población femenina en España.
Por nacionalidades, el Observatorio destaca el incremento de víctimas marroquíes y un descenso de las procedentes de Latinoamérica.
En cuanto a la edad, el 54 por ciento de las mujeres tenían entre 26 y 45 años, lo que provoca que la edad media de las víctimas mortales por violencia machista fuera en 2010 de 41 años, y si bien las menores de 35 años en 2009 representaron casi el 50 por ciento, la media fue ligeramente superior: 44 años.
La edad media de las mujeres muertas que habían presentado denuncia previamente es de 39,6 años.
Así, el 44 por ciento de la mujeres que tenía entre 16 y 35 años había denunciado a su agresor, y si se desglosa este dato, el informe apunta que las jóvenes asesinadas denuncian más (el 57 por ciento tenía entre 16 y 25 años).
La mujer fallecida de mayor edad que denunció tenía 56 años; ninguna de las 10 mujeres mayores de esa edad había denunciado previamente.
En cuanto a los agresores, el 41 por ciento era de nacionalidad extranjera.
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