Su ex pasó siete meses en prisión

La víctima del pegamento en la vagina se enfrenta a once años de cárcel por mentir

Juicio por denuncia falsa
Juicio por denuncia falsa
EFE

Vanesa G.G. ha pasado de ser la mujer a la que su ex secuestró y vejó poniendo pegamento en su vagina la noche del pasado 17 de octubre de 2016 a sentarse en el banquillo de los acusados enfrentándose a 11 años de cárcel por inventarse todo el relato. Ahora es Iván el que pide responsabilidades. Este hombre ha pasado siete meses en prisión por cada una de las denuncias a las que se enfrentaba cada vez que ponía un pie en la calle. Emilia Esteban fue la abogada de oficio que desde un año antes del simulacro de secuestro defendía a Vanesa. No descubrió el engaño hasta que la Guardia Civil la llamó para enseñarle unas imágenes en las que su defendida estaría comprando las bridas, la cinta adhesiva y el pegamento que luego utilizó para simular la agresión. Las imágenes captadas por las cámaras de un bazar chino de Fabero (León) eran nítidas. "Ella me lo negó. Ahí renuncié", cuenta decepcionada a La Información una abogada que pide perdón a la expareja de Vanessa y lamenta "el gran daño que ha hecho  a todas las verdaderas víctimas". 

El relato de los hechos que hizo Vanesa, de 36 años, acabaron con Ivan R. en prisión 24 horas después de que la abandonara por otra acusación de su ex. "Y no era la única", relata la abogada que asegura que en 20 años de profesión "no me he encontrado nada parecido". Porque la historia del rapto en la puerta de su casa no era el primer enfrentamiento entre ambos. Todo se remonta a octubre de 2015, cuando se rompe su relación. Desde ahí son numerosas las denuncias por quebrantamiento de la prohibición de aproximación y comunicación por amenazas, injurias, coacciones y vejaciones que pone Vanesa a Iván.

Este joven estuvo en prisión provisional en varias ocasiones, acusado de una agresión en plena calle, de enviar textos agresivos por WhatsApp, de atosigarla a  través de la red social Badoo... también fue acusado de escribir una carta intimidatoria desde prisión. "No tenía el sello de la prisión pero ella aseguraba que se la encontró en su casa y que se la habría dado Iván a algún familiar", recuerda la abogada que asegura que "la prueba documental era del suficiente valor como para que el juez, en base a lo anterior, le mandar de nuevo a prisión". Una vez se desveló que el relato del pegamento parecía un engaño se celebró otro juicio en el que se juntaron todas las denuncias contra Iván y "se le dio la libre absolución".

La que entró en prisión provisional, y "tres meses" fue Vanesa por simular un secuestro y acusar a alguien de ello. Espejo Público mostraba ayer la declaración de ambos ante semejantes hechos. El primero lo negó y aseguró que algún día se sabría la verdad. La segunda relataba entre lágrimas y con gestos cómo le habían puesto pegamento en el pubis después de ser raptada por dos hombres en la puerta de su casa  y había sido llevaba en un coche negro hasta Bembibre, donde luego apareció Iván y la agredió. "Me bajó el pantalón y las bragas y noté algo caliente", decía casi en estado de shock en la sala. En su declaración también aseguró que en principio la iba a arrojar a las vías del tren, pero luego la dejaron en la estación. Ella desde allí logró pedir ayuda en una farmacia.

En shock se quedó su abogada cuando descubrió que todo era inventado. Vanesa tuvo la poca precaución de comprar todo lo necesario para semejante acto en el bazar chino cercano a su vivienda. "Pero ella me lo niega y es ahí donde se rompe la relación de confianza y tengo que abandonar el caso", asegura Esteban. Todo esto sucedió durante la noche y es a la mañana siguiente cuando la abogada recibe una llamada de la madre de Vanesa y "me envía el informe médico del centro de salud". Este informe es donde la abogada garantiza que aparecen "las lesiones del pegamento". 

Ahora Vanesa niega que nadie le pusiera pegamento y señala a su exabogada de inventarse esa parte. También señala a la Guardia Civil porque asegura que ella aquel día lo único que quería era suicidarse y para ello le iba a ayudar un amigo suyo, que la llevó hasta la estación de tren donde iba a tirarse a las vías. Asegura que durante su declaración llegó a relatar el secuestro porque se lió con las fechas. Argumenta también que "los hechos denunciados no eran falsos, sino que ocurrieron un año y pico antes". Durante el juicio, que se celebra en la sección segunda de la Audiencia Provincial de León, Vanesa ha explicado que aquel 17 de octubre de 2016 se subió a la buhardilla de su casa a "quitarme de en medio". Porque su hijo, que vive con su exmarido -al que también denunció en más de una ocasión-, "corría peligro". Sobre la compra en el bazar chino reconoce que la hizo, pero para decorar la habitación de su hijo. 

En el juicio Vanesa no es la única acusada, sino también F.V.A., para quien el Ministerio Público pide 10 años y 10 meses de prisión por ayudarla en el montaje de todo. Durante su declaración ha asegurado que "no iba a ayudarla a suicidarse". Continúa asegurando que "me llevó hasta la estación y me dijo que podía irme". La zona donde la habría dejado es desde la que Vanesa llegó andando hasta la farmacia en la que pidió ayuda. Ahí empezó el relato de un secuestro y una agresión sexual que los agentes de la Guardia Civil esclarecieron días después. Ahora Vanesa tendrá que esperar a que acabe su juicio para conocer su pena. 

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