La fao lamenta que la dieta mediterránea sea ahora de carne y lácteos en vez de frutas y legumbres


La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se propone evitar que la dieta mediterránea desaparezca al constatar que ha cambiado al dejar atrás frutas y legumbres para orientarse más hacia la carne y los productos lácteos debido a la globalización, la comercialización de alimentos y los cambios en los estilos de vida.
Así lo afirma en un informe elaborado junto al Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos (Ciheam), un grupo de 13 países que cooperan en los ámbitos de la agricultura, la alimentación, la pesca y los territorios rurales en el Mediterráneo. El estudio, hecho público este jueves, examina los efectos negativos de los cambios en las pautas alimentarias en el Mediterráneo.
El informe señala que la región mediterránea está experimentando una "transición nutricional" y se está alejando de su antigua dieta, considerada durante mucho tiempo un modelo de vida saludable basado en sistemas alimentarios sostenibles que preservan el medio ambiente y empoderan a los productores locales.
Además, apunta que muchos países de la región se enfrentan cada vez más a la obesidad y el sobrepeso, mientras que en el Mediterráneo meridional (es decir, los países africanos) siguen luchando contra la subalimentación y los del sur y este del mar intentan combatir el retraso en el crecimiento de los niños menores de cinco años.
El informe añade que el Mediterráneo en su conjunto está viendo un aumento de las enfermedades crónicas debidas a la alimentación, que conducen cada vez más a la discapacidad y la muerte.
DIETA MODELO, PAISAJE CAMBIANTE
El estudio asegura que el enfoque de la dieta mediterránea en el aceite vegetal, cereales, verduras y legumbres, con un consumo moderado de pescado y carne, se asocia con una vida larga y saludable, y que, debido a que se basa en gran parte en hortalizas, tiene relativamente escaso impacto en el medio ambiente, con lo que se requiere menos recursos naturales que la producción animal.
Alexandre Meybeck, coordinador del Programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles de la FAO, indicó que la dieta mediterránea es es nutritiva, integrada en las culturas locales, sostenible a nivel ambiental y compatible con las economías locales”, por lo que consideró “esencial que la continuemos promoviendo y apoyando".
Sin embargo, los sistemas alimentarios tradicionales se ven afectados por unos hábitos dietéticos cambiantes con productos que llegan cada vez más desde fuera de la región y la variedad de paisajes locales, que está siendo transformada por los monocultivos. De hecho, el informe señala que actualmente tan sólo se sigue produciendo en la región un 10% de las variedades de cultivos tradicionales, muchos de los cuales han sido sustituidos por un número limitado de cultivos no nativos mejorados.
Además, el turismo, el desarrollo urbano, el agotamiento de los recursos naturales y la pérdida de los conocimientos tradicionales contribuyen en conjunto a una rápida disminución de la diversidad genética de los cultivos y razas animales en todo el Mediterráneo.
El informe recalca que los responsables políticos, investigadores y la industria alimentaria necesitan aumentar su colaboración para comprender mejor los sistemas y tendencias alimentarios, y considera necesario prestar más atención al incremento del consumo y la producción de alimentos para preservar los recursos y conocimientos locales.
La FAO y el Ciheam apuntan que se necesitan campañas de sensibilización para promover entre los consumidores la demanda de productos mediterráneos tradicionales, con la vista puesta en una mejor integración de las tendencias alimentarias y los hábitos de consumo actuales con el uso de productos locales en toda la región.

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