La filosofía es cosa de niños

Los niños preguntan, son filósofos por naturaleza. Y no aludimos a preguntas como ¿qué me vas a dar de comer? o ¿hay que ir al colegio mañana? sino a aquellas preguntas que, a pesar de su aparente sencillez, son capaces de crear auténticos terremotos filosóficos, religiosos y hasta existenciales en los padres.

La colección Los pequeños Platones– traducción del proyecto original francés Les Petits Platons– acaba de aterrizar en España de la mano de la editorial Errata Naturae y pretende aprovechar esa actitud naturalmente filosófica de los niños para encaminarles hacia la filosofía.

El filósofo-perro frente al sabio Platón de Yan Marchand y Vincent Sorel en el que se plantea una lucha entre idealistas y cínicos en el Ágora de Atenas y Un día loco en la vida del profesor Kant de Jean Paul Mongin y Laurent Moreau, dedicado al filósofo de Könisberg del que se dice que era todo lo contrario que alocado, son los primeros dos títulos de la colección.

El fantasma de Karl Marx de Ronan de Calan y Donatien Mary, cuya publicación está prevista para mayo, contará una "historia un poco triste" pero a la que es posible dar un "final feliz y justo". Pascal, Sócrates, Descartes, San Agustín y Heidegger son algunos de los filósofos que se asoman de las páginas de esta colección.

Para niños de 9 a 99 años

"Conocí esta colección hace dos años en una librería de París" afirma Rubén Hernández cofundador de Errata Naturae junto a Irene Antón. "Me encantaron y me los compré casi para mí, sin pensar en publicarlos".

"No existe en España un proyecto que trata de llevar la filosofía hasta los niños y es tan importante: la filosofía es una guía de vida y ayuda a entender el mundo, a entender cómo es uno y cómo tiene que relacionarse con los demás".

"Nos pareció que era importante reivindicar la filosofía desde la infancia, ahora que los programas escolares están desahuciando la filosofía, que es una asignatura clave para el resto de asignaturas y para el resto de la carrera académica".

El público objetivo de estos libros está compuesto por niños de edad comprendida entre 9 y 12 años. Sin embargo, afirma Rubén Hernández, los adultos aficionados a la filosofía o que simplemente tengan un poco de curiosidad podrán disfrutar de la lectura juntos con sus hijos.

"Al leer estos libros uno se da cuenta de que hay pequeños guiños que para los lectores aficionados a la filosofía son comprensibles, mientras para los niños no lo son. Existe un público cautivo de personas a las que les interesa la filosofía y esta es una manera absolutamente extraña, diversa de acercarse a ella".