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MADRID, 4 (CHANCE)

Este año los premios Planeta han cambiado sus voces: Alicia Giménez Bartlett, la ganadora, escribe en primera persona en la piel de varios hombres (y algunas damas) en su novela 'Hombres desnudos', mientras que Daniel Sánchez Arévalo, el finalista, se ha metido en la cabeza y el corazón de una mujer embarazada que acaba de perder al marido en 'La isla de Alice', en un acto celebrado por primera vez en la Sede del Instituto Cervantes.

Las dos novelas, tan distintas, hablan de crisis: de la crisis económica y, por lo tanto, laboral, la primera, y de crisis sentimental, la segunda. En el fondo -y ahí coinciden-, de crisis moral.

LOS PREMIOS PLANETA 2015 SE PRESENTAN EN MADRID

Ambas obras fueron presentadas por José Creuheras, presidente del Grupo Planeta, en la sede central del Instituto Cervantes, en presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y numerosos escritores y periodistas, como María Dueñas, Marta Robles, José María Guelbenzu, Nativel Preciado y Álvaro Pombo.

En 'Hombres desnudos', Javier, un profesor en paro que siempre había deseado una vida pacífica, se encuentra con un antiguo amigo que le animará a trabajar en un bar de estriptis, ese es sólo el primer paso, ya que su amigo se dedica a a ser acompañante de damas acaudaladas.

Su autora, Alicia Giménez Bartlett, se ha hecho famosa en España (y sobre todo, en Italia) por la creación de la inspectora Petra Delicado, un personaje que se ha llevado a la televisión (interpretado por Ana Belén) y ha sido la protagonista de nueve novelas. No es el caso de la obra ganadora del Planeta. Así lo reconoce: "Toda mi producción no es Petra Delicado. De vez en cuando hago incursiones fuera del género negro", dijo la autora, quien recordó que 'Donde nadie te encuentre', premio Nadal 2011, tampoco es una novela policíaca. De hecho, su segunda obra, 'Una habitación ajena', de 1997, es una historia intimista que recrea la relación entre Virginia Woolf y una de sus criadas.

ALICIA GIMÉNEZ BARTLETT: "ME HA INTERESADO EXPLORAR LA CRISIS DE CÓMO NOS AFECTA, CÓMO CAMBIA NUESTRA MANERA DE SER"

"En esta novela me ha interesado explorar la crisis desde el punto de vista social, y de cómo nos afecta, cómo cambia nuestra manera de ser", dijo, refiriéndose a 'Hombres desnudos', una obra en la que el protagonista es obligado a una ruptura forzosa, a un cambio. Y este hombre tranquilo se ve, de pronto, en medio de otros ambientes (por abajo y por arriba) que desconocía.

"Lo más complicado ha sido dar la voz a tantos personajes que proceden de extractos sociales tan distintos, desde el lumpen a las niñas pijas. Ha sido un intenso trabajo de escucha", confiesa la escritora, quien añade, como si lo hubiese comprobado tras escribir la novela, que "la diferencia de clases no está superada y es muy complicado saltar de una a otra".

Alicia Giménez Bartlett se refiere a la sociedad española. La de Estados Unidos es aún más clasista. E hipócrita. Daniel Sánchez Arévalo lo sabe bien, ya que ha vivido varios años en Norteamérica, hizo un máster de cine en la Universidad de Columbia y allí se inició como director. Su novela sucede en aquellas latitudes.

"En Estados Unidos, la gente está obsesionada con las apariencias, con mostrar a los demás esa foto de la familia perfecta en la que todo es bonito y son muy felices. Eso es lo que parece, pero si rascas un poco tropiezas con el drama".

DANIEL SÁNCHEZ ARÉVALO: "ESTA NOVELA ES MI MEJOR PELÍCULA, PUES ES EL LECTOR EL QUE TIENE QUE COLABORAR Y RODARLA CONMIGO A TRAVÉS DE LA LECTURA"

Es lo que sucede con la vida de Alice, una mujer embarazada de siete meses y con una niña, que cree que tiene una existencia feliz y un matrimonio perfecto, hasta que una llamada telefónica le informa de que su marido ha muerto en un accidente. Pero esto no es lo más grave, sino que su esposo, que le había llamado un par de horas antes, no estaba donde decía, sino en un lugar inesperado. ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué le mintió?

Esas son las primeras preguntas de esta mujer, a la que su mundo se le irá desmoronando, primero de golpe, y luego poco a poco, según va averiguando las andanzas de su marido. Estas pesquisas le llevarán a una isla.

En esta larga novela (más de 500 páginas) hay, por lo tanto, un misterio por desvelar de una manera doméstica y una incertidumbre que se va apoderando y desarmando a la protagonista, esa mujer que se creía que tenía una vida perfecta y era todo un andamiaje. Una mentira.

Daniel Sánchez Arévalo se siente muy feliz con el premio y con la novela. Es más: "Esta novela es mi mejor película, pues es el lector el que tiene que colaborar y rodarla conmigo a través de la lectura".

La escritura, sin embargo, no es ajena a esta autor, que se mueve entre el texto y la imagen. Ha publicado dos novelas juveniles y es el autor de abundantes guiones premiados, además de los de sus cuatro películas realizadas hasta ahora:'AzulOscuroCasiNegro', que obtuvo tres Goyas, 'Gordos', 'Primos', y 'La gran familia española'.

QUIM GUTIÉRREZ ACUDIÓ PARA MOSTRAR SU APOYO INCONDICIONAL AL CÉLEBRE DIRECTOR "ES MARAVILLOSO, MUY CERTERO"

"He disfrutado tanto escribiendo esta novela que me ha costado salir de ella. Si no fuese por el premio y la publicación, aún estaría corrigiéndola, aún viviría en ella", señaló David Sánchez Arévalo, hijo del dibujante José Ramón Sánchez, que confesó que la noche del Planeta se sintió como la noche en la que obtuvo tres goyas con su primer largometraje.

El presidente del Grupo Planeta, José Creuheras, recordó que desde que en 1952 se falló la primera edición del premio se han vendido 48 millones de ejemplares de novelas galardonadas. Y concluyó: "En cada hogar español hay, al menos, dos premios Planeta".

Quim Gutiérrez acudió para mostrar su apoyo incondicional al célebre director "es maravilloso, muy certero" y explicó "siento un tremendo orgullo, es casi una presencia de hermano". El actor se ha convertido en la imagen de la marca Emidio Tucci, y le resulta complicado verse en las fotografías de la calle: "me da mucha vergüenza, me da mucho pudor estar cerca por si alguien piensa que estoy a propósito para que me identifiquen", aunque reconoce que repetiría la experiencia: "es un mundo con el que me siento razonablemente cómodo y cuando me proponen cosas interesantes no me da pudor".