La Iglesia colombiana elige como líder a un experto en mediación con las FARC

  • La Conferencia Episcopal colombiana eligió hoy como su nuevo presidente a monseñor Luis Augusto Castro, hasta ahora arzobispo de Tunja y que cuenta con amplia experiencia en negociar con las FARC y el ELN en casos de liberación de soldados secuestrados, informó el organismo.

Bogotá, 9 jul.- La Conferencia Episcopal colombiana eligió hoy como su nuevo presidente a monseñor Luis Augusto Castro, hasta ahora arzobispo de Tunja y que cuenta con amplia experiencia en negociar con las FARC y el ELN en casos de liberación de soldados secuestrados, informó el organismo.

Con su nombramiento, el catolicismo, la principal congregación del país, se prepara para participar de lleno en la implementación del eventual acuerdo de posconflicto, que podría llegar si concluyen con éxito las negociaciones del proceso de paz entre el Gobierno y las FARC en La Habana, que encaran su recta final.

"No podemos quedarnos con una reconciliación barata, falsa y con un disfraz de impunidad", dijo el prelado en rueda de prensa al ser consultado sobre cuál sería el escenario deseable para el posconflicto.

Añadió que hasta el momento "sólo se han manejado conceptos, ahora hay que manejar con el corazón", y aunque valoró las negociaciones de La Habana, insistió en que se debe dar un salto de diálogo por el diálogo a una reconciliación real.

Castro, de 72 años, es teólogo y filósofo de formación, y durante su carrera se ha desempeñado, entre otros cargos, como obispo de San Vicente del Caguán, en el departamento de Caquetá (sur), y de forma más estable como encargado de la Archidiócesis de Tunja (centro) desde hace 16 años.

Esta será la segunda vez que monseñor Castro dirija la Conferencia Episcopal, después de haberlo hecho entre 2005 y 2008, tarea que asumió tras convertirse en presidente de la Comisión de Conciliación Nacional.

Esta asociación, creada por la Conferencia Episcopal de Colombia en 1995, tiene como objetivo la búsqueda de soluciones políticas al conflicto armado, acompañar los esfuerzos de paz del país y crear y facilitar vínculos de encuentro entre el Gobierno, las guerrillas y los grupos de autodefensa.

Así las cosas, su currículo sirve de declaración de intenciones de la Iglesia católica con respecto al proceso de paz abierto entre las FARC y el Gobierno, que el 15 de julio retomarán los diálogos para abordar la situación de las víctimas, el cuarto punto del total de cinco que contiene la agenda.

Dentro de la participación de la Iglesia en este proceso se incluye su presencia en los foros de paz convocados por la ONU y la Universidad Nacional, que se celebran en cuatro localidades de Colombia entre julio y agosto.

Dichos encuentros, a los que se estima que asistan en total más de 1.600 víctimas directas del conflicto armado colombiano, tienen como finalidad la presentación de propuestas que llegarán ante los negociadores de La Habana a principios de septiembre.

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