La Iglesia irlandesa ocultó abusos sexuales en connivencia con las autoridades

  • La Iglesia Católica irlandesa gozó de inmunidad durante décadas para ocultar los abusos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes de la archidiócesis de Dublín, según ha revelado un informe presentado por el ministro irlandés de Justicia, Dermot Ahern.

Efe
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El Estado irlandés, incluidos la policía y la Fiscalía, ayudó durante décadas a los obispos irlandeses a encubrir los casos de abusos a menores perpetrados por varios sacerdotes, según el texto elaborado por una comisión de investigación liderada por la juez Yvonne Murphy.

El escándalo contenido en un extenso informe de 700 páginas, fruto de tres años de investigaciones, se ha publicado con una serie de cortes para no prejuzgar presentes o futuros casos penales, al tiempo que se ha eliminado toda referencia a aquellos sacerdotes que se enfrentan a procesos penales ante el temor de que pudiera afectarlos, por lo que se utilizan seudónimos para proteger la identidad de otros.

"La Comisión no tiene duda alguna de que el abuso sexual clerical fue encubierto por la Archidiócesis de Dublín y otras autoridades de la Iglesia, que facilitaron ese encubrimiento", explica el texto, y añade que "las autoridades del Estado  facilitaron el encubrimiento al no cumplir con sus obligaciones y asegurar que la ley se aplicase a todos por igual, lo que permitió a las instituciones de la Iglesia mantenerse fuera del alcance del proceso legislativo normal".

La Comisión investigadora de la Archidiócesis de Dublín ha examinado las acusaciones de 450 personas presentadas contra 46 sacerdotes por hechos ocurridos entre 1975 y 2004, así como el manejo del escándalo por parte de diecinueve miembros de la jerarquía católica, entre ellos el cardenal Desmond Connell. El prelado llegó a acudir a los tribunales para impedir la entrega de unos 5.000 documentos archivados durante su ejercicio al frente de la Archidiócesis, petición que le fue denegada. Cuando abordó las denuncias de maltratos sexuales, Connell estableció en dos ocasiones juicios secretos bajo los términos de la Ley Canónica, según el informe.

Aunque la Comisión no ha hallado pruebas de la existencia de una red organizada de pederastia en la Archidiócesis, ha detallado varios casos tan estremecedores como los recogidos en el llamado "Informe Ryan" del pasado mayo.

Un sacerdote, por ejemplo, admitió haber cometido abusos sexuales contra más de 100 menores, mientras otro confesó que, durante más de 25 años, abusaba de menores cada "dos semanas".

La policía irlandesa (la Garda) tampoco sale bien parada del informe. Según la Comisión de investigación, la policía tardó 20 años en presentar cargos contra un sacerdote sospechoso de pederastia. "Altos cargos de la Garda, incluido el Comisionado (máximo responsable) en 1960, consideraban que los curas estaban fuera de su alcance. Hay algunos casos en que los agentes, de hecho, informaban a la diócesis sobre denuncias en lugar de investigarlas".

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