La investigación genética en cardiología no ha tenido el "desarrollo espectacular" esperado

  • La mejor herramienta contra las cardiopatías es la prevención, ya que aún no existe una medicina curativa.
Violeta Molina
Violeta Molina

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en los países desarrollados. A pesar de que España es uno de los estados con menor incidencia en Europa, esas patologías fueron culpables del 32,2 por ciento de las muertes en el año 2007.

En la última década ha disminuido el número de casos en nuestro país, aunque lentamente, según explica en una entrevista el director de la Fundación Española del Corazón, Leandro Plaza.

Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer, no sólo en el ámbito de la investigación, sino en el de la prevención. Con motivo de la celebración del Día Mundial del Corazón, el próximo domingo, el experto recuerda que la prevencióndebe ser considerada "una obligación personal".

"Ya que no tenemos todavía un tratamiento directo de la arterioesclerosis, tenemos que prevenir que aparezca" las enfermedades cardiovasculares, indica.

Hasta la fecha, no se ha encontrado un tratamiento directo de la arterioesclerosis, el principal mecanismo de esta patología. Para evitar los efectos de la obstrucción de un vaso sanguíneo hay que realizar una intervención quirúrgica: un cateterismo o una angioplastia (muy eficaces). Pero para llegar a este punto, es necesario diagnosticar la enfermedad, algo bastante complicado.

Los retos de la cardiología

"Hasta ahora, para comprobar el estado de la obstrucción, hay que emplear un medio cruento que consiste en introducir un catéter, inyectar un contraste y entonces comprobar la imagen radiográfica", afirma Plaza. En este sentido, destaca que los "grandes logros" en la investigación se están produciendo en la mejora del diagnóstico, que ya introduce el TAC y la resonancia, aunque aún no evita realizar el cateterismo.

"El punto ideal sería encontrar un método de imagen que mostrara el estado de los vasos coronarios y cerebrales" que no fuera invasivo.

El experto se ha mostrado desencantado con los resultados de los estudios genéticos aplicados a la cardiología: "La línea de investigación genética va muy lenta. El tratamiento con células madre desgraciadamente no ha tenido el desarrollo espectacular que esperábamos al principio, aunque probablemente se consiga más en el futuro".

Plaza sostiene que entre el 20 y el 25 por ciento de las cardiopatías tienen un condicionante genético pero que, al depender la manifestación de la enfermedad de múltiples factores y de la implicación de muchos genes, es difícil determinar cómo se desarrolla el proceso y mucho más complejo establecer un tratamiento que lo evite. "Lo que hará falta es conocer cómo se pueden manipular esos genes para que la descendencia de esa persona enferma no hereden la enfermedad".

Optimismo

El presidente de la Fundación Española del Corazón destaca que ha habido muchos avances en la cardiología en las últimas décadas. "La mortalidad de una intervención de corazón es realmente mínima, está prácticamente al mismo nivel de cualquier operación de poco riesgo. Como se hace con mucho cuidado, incluso conlleve menor peligro para el paciente que cualquier otra intervención".

Otro éxito de la investigación es el diagnóstico preciso de las arritmias y su posterior tratamiento. Además, está disminuyendo la incidencia de las enfermedades cardiovasculares en España, que a juicio del experto tiene "un nivel cardiológico muy alto". De hecho, destaca que los profesionales de Latinoamérica vienen aquí a formarse.

Ahora bien, recuerda que en este país los recursos para la investigación son "siempre pocos". "En la investigación es donde estamos más atrás".

En cuanto a la muerte súbita, el cardiólogo indica que el futuro es "prometedor" porque pronto se encontrará la manera de lograr un diagnóstico precoz. Además, está convencido de que se encontrará el tratamiento que consiga destruir las placas que obstruyen los vasos sanguíneos.

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