Buenos Aires, 30 nov.- La Justicia arentina ordenó exhumar los restos del excéntrico y mediático millonario argentino Ricardo Fort, fallecido el lunes en una clínica de Buenos Aires debido a una hemorragia gástrica masiva, para comprobar si hubo o no mala praxis médica, informaron hoy medios locales.
La orden fue dictada por el juez de instrucción Diego Slupski, que investiga las circunstancias del fallecimiento de Fort, heredero de una de las mayores fortunas de Argentina, a instancias de su familia.
En el marco de la misma investigación, el magistrado pidió retirar el jueves la historia clínica de Fort del Sanatorio de La Trinidad de la capital argentina, donde estaba ingresado.
La orden de exhumación fue confirmada a los medios por el abogado César Carozza, quien detalló que sus familiares están dispuestos a ir hasta el fondo para averiguar qué circunstancias concurrieron en el momento de la muerte de uno de los personajes más mediáticos de Argentina.
La madre del multimillonario, Marta Fort, advirtió el martes de que su hijo, de 45 años, "no fue bien atendido" en la clínica donde estuvo internado, y sostuvo que los médicos que lo asistieron "no supieron qué hacer con él".
Ricardo Fort era uno de los herederos de la centenaria fábrica de chocolates Felfort, fundada por su abuelo Felipe, y tuvo dos hijos mellizos gestados en Estados Unidos mediante un vientre de alquiler.
Fort saltó a la fama por sus apariciones en numerosos programas televisivos, en obras de teatro y por sus excéntricos gustos y frecuentes cirugías estéticas.
Relojes rolex, grandes joyas y lujosas ropas compradas en Miami (Florida) eran habituales en su repertorio, en el también se contaba un Rolls Royce de edición limitada.
Hasta 27 veces pasó por el quirófano el conductor de "Fort Night Show" para mejorar su apariencia, entre las que se incluyen numerosas cirugías faciales, corporales y también el implante de tres centímetros de talones para ser más alto.
En los últimos años, sus hospitalizaciones se debieron a motivos de salud, en especial por fuertes dolores en la columna vertebral y en la rodilla izquierda que calmaba con la ingesta de grandes dosis de tranquilizantes, según diversas fuentes.
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