La llegada de inmigrantes a los países de la OCDE bajó un 7 % en 2009

  • La llegada de inmigrantes a los países de la OCDE bajó un 7 % en 2009, equivalente a unos 4,3 millones de personas, frente los 4,5 millones de un año antes, según el informe anual de dicha organización presentado hoy en Bruselas.

Bruselas, 12 jul.- La llegada de inmigrantes a los países de la OCDE bajó un 7 % en 2009, equivalente a unos 4,3 millones de personas, frente los 4,5 millones de un año antes, según el informe anual de dicha organización presentado hoy en Bruselas.

El informe pone de relieve que la llegada de inmigrantes a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se redujo por segundo año consecutivo en 2009 después de una década de progreso.

Los países europeos que registraron una mayor caída de los flujos migratorios fueron España, Irlanda, Italia, la República Checa y Suiza.

Aunque los datos nacionales de los países de la OCDE disponibles anuncian una probable reducción de los flujos migratorios en 2010, "la demanda de inmigración laboral se recuperará" en el futuro, según dijo en rueda de prensa en Bruselas el director general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría.

España fue en 2009 uno de los países de la OCDE que sufrió una de las mayores caídas del flujo migratorio como consecuencia de la crisis, informó hoy esa organización en la presentación de su informe anual.

Los más afectados por este descenso fueron en primer lugar los ecuatorianos, seguidos de los rumanos y los marroquíes, según el informe, que revela que en 2009 llegaron a España un total 470.000 inmigrantes, frente a los 690.000 que entraron en el país un año antes.

Los datos "no sorprenden", dijo Gurría, al referirse al alto número de inmigrantes llegados al país durante una década.

El documento revela que la situación laboral de estos trabajadores se ha deteriorado de manera "significativa", ya que del total 1.200.000 empleos perdidos en España en 2009, 340.000 afectaron a inmigrantes.

Por su parte, el comisario europeo de Empleo, Laszlo Andor, consideró que el alto porcentaje de extranjeros desempleados en España no debe ser considerado un "obstáculo", sino un "reto".

Andor animó a las autoridades españolas a hacer un uso correcto de los fondos estructurales para formar a los trabajadores inmigrantes en paro y aumentar así sus posibilidades de reincorporarse al mercado laboral.

Tanto la globalización como el envejecimiento de la población ponen de relieve que la llegada de inmigrantes a la OCDE continuará, según el informe, que anima a desarrollar vías legales de migración y favorecer el mejor aprovechamiento de las competencias de ese colectivo.

El documento revela que los inmigrantes más afectados por las pérdidas de empleo fueron los más jóvenes, los que trabajan en el sector de la construcción y en el comercio minorista.

Sin embargo, creció el empleo entre los inmigrantes en el sector de la educación, la sanidad y los cuidados de larga duración.

Por otra parte, el informe revela que sigue creciendo el número de extranjeras llegadas a los países de la OCDE para estudiar, que alcanzó los 2,3 millones de personas en 2008.

Cerca de un estudiante de cada cinco extranjeros procede de China.

El informe incluye una serie de recomendaciones para ayudar a los poderes públicos a gestionar los flujos migratorios, empezando por la necesidad de evitar las críticas a su falta de integración, cuando la mayoría está bien integrado.

En el mismo contexto, anima a reforzar los programas de integración y a ampliar la cooperación con los países de origen de los inmigrantes para mejorar el reclutamiento de mano de obra y reducir el flujo de inmigrantes irregulares.

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