La madre de Teresa confiesa que su hija se encuentra mucho mejor

    • Desde el ayuntamiento de Becerreá (Lugo), de donde es natural la enfermera, han trasladado su malestar porque no se les haya informado del caso.
    • Cuando Teresa visitó la localidad, había atendido ya al sacerdote Miguel Pajares, fallecido por ébola el 12 de agosto.

Una madre en la ventana, una hija que intenta que un cirus no pueda con ella y un pueblo al que nadie ha acudido y que no sabe si la visita de su 'hija' más famosa le puede dar problemas. En un día triste para España, para el sistema de salud y para las familias afectadas, no paran de producirse malentendidos y temores.
Jesusa Ramos, madre de la auxiliar de enfermería infectada por ébola, parece de lo más tranquila y asomada a la ventana dice que su hija "se encuentra mejor".

La sanitaria, Teresa Romero, que permanece ingresada desde ayer en el hospital Carlos III de Madrid, después de que los análisis confirmasen que padece la enfermedad, es natural del municipio de Becerreá, en Lugo, localidad a la que tenía previsto acudir a finales de septiembre, aprovechando sus días de vacaciones. Sin embargo, el malestar provocado por los primeros síntomas de la enfermedad, una fiebre leve, le obligó a cancelar la visita, según ha explicado su madre. La última vez que viajó a la localidad fue en agosto, cuando pasó varias semanas allí con su marido para ver a sus familiares.

Jesusa, que reside en este pueblo lucense de forma habitual, ha enviado un mensaje de tranquilidad a todos los conocidos de la enfermera, "que se tranquilicen, que se encuentra mejor, yo esta mañana hablé con ella y me dijo que se encontraba mejor y que estaba una compañera dándole el medicamento". Ha añadido además que la conversación fue breve. "Ya no quise molestarla más, porque su marido me dijo que hablase con él", ha explicado.

Desde el ayuntamiento de Becerreá, por su parte, han expresado su malestar porque desde el ministerio de Sanidad o la Xunta de Galicia no se les haya informado en ningún momento de que la afectada era vecina de la localidad.

"Estamos un poco cabreados porque nadie nos ha dicho nada", ha lamentado el teniente de alcalde, Claudio Vázquez, en declaraciones a teinteresa.es, "tenemos que tranquilizar nosotros a la gente a base de contestarles que no pasa nada, pero lo lógico hubiese sido que nos hubiesen informado de cómo hacerlo, incluso que la Xunta nos hubiese ofrecido a alguien para dar alguna charla informativa para que la gente se quede tranquila".

Cuando Teresa visitó la localidad, había atendido ya al sacerdote Miguel Pajares, fallecido por ébola el 12 de agosto. Aunque el ministerio de Sanidad ha descartado que la sanitaria hubiese contraído la enfermedad durante el tratamiento a este religioso, algunos vecinos han trasladado a los responsables municipales sus preocupaciones por las posibilidades de contagio. "Alguna gente tiene dudas, no sabíamos si podía haberse contagiado con Pajares, no sabíamos nada", se queja el teniente de alcalde.

La enfermera acudía con frecuencia a Becerreá para visitar a su madre y a su hermano, ha confirmado Vázquez. La familia son vecinos de toda la vida de este pequeño pueblo de la sierra de Lugo.


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