La masa humana de Cuatro Vientos descansa tras una jornada de emociones

  • El amanecer llega a Cuatro Vientos entre un gran silencio de peregrinos que duermen, servicios de emergencias que descansan y jóvenes emocionados "de vivir esta experiencia".

Madrid, 21 ago.- El amanecer llega a Cuatro Vientos entre un gran silencio de peregrinos que duermen, servicios de emergencias que descansan y jóvenes emocionados "de vivir esta experiencia".

Los tambores y cánticos han ido apagándose sobre las 4 de la mañana dando paso al silencio y permitiendo el descanso de la multitud.

También el Samur ha estado "tranquilo", según han informado a Efe fuentes de este servicio, desde aproximadamente las 2 de la mañana.

"Algún desmayo, picaduras y poco más" ha referido uno de los trabajadores del Samur, así como el extravío de algunos menores.

Por tanto, el que pocas horas antes parecía un festival de masas cualquiera es ahora un lugar sereno.

Algunos peregrinos, sin embargo, han permanecido en vela toda la noche charlando con nuevos conocidos de diversas nacionalidades o rezando.

Alba Rodríguez, por ejemplo, ha pasado gran parte de la noche velando al Santísimo en una de las capillas del recinto porque, según afirma, "hay noches en las que es imposible dormir porque no puedes perderte nada de lo que pasa en cada minuto".

Tampoco Juancho, de 17 años y seminarista menor en Lugo ha preferido mantenerse despierto en esta noche "tan especial".

"Alguien que no ha vivido una JMJ no sabe del todo qué significa ser un joven cristiano" ha añadido Juancho.

Por su parte los voluntarios se sienten "agotados" según ellos mismos afirman, aunque "satisfechos con la labor realizada".

En general los inconvenientes en la organización, las condiciones meteorológicas y la falta de espacio, no han mermado la emoción y el entusiasmo de los asistentes a este macroevento.

Mostrar comentarios