La nueva muestra de fuerza de los talibanes afganos finaliza con 51 muertos

  • Tras horas de combates, las fuerzas afganas pusieron hoy fin al ataque coordinado de comandos talibanes contra Kabul y otras tres ciudades afganas, prueba de que los insurgentes mantienen intacto su poder al inicio de su ofensiva de primavera.

Fawad Peikar

Kabul, 16 abr.- Tras horas de combates, las fuerzas afganas pusieron hoy fin al ataque coordinado de comandos talibanes contra Kabul y otras tres ciudades afganas, prueba de que los insurgentes mantienen intacto su poder al inicio de su ofensiva de primavera.

El presidente afgano, Hamid Karzai, precisó en un comunicado que los combates acabaron con las vidas de cuatro civiles y once miembros de las fuerzas de seguridad, mientras que el ministro de Interior, Bismilá Mohammadi, afirmó que murieron 36 terroristas.

La ola de acciones insurgentes -"buscadores del martirio", según un comunicado de los talibanes- dejó también 65 heridos, la mayoría de ellos policías, de acuerdo con distintas fuentes oficiales.

En su nota, emitida a primera hora de la tarde (hora local), el presidente Karzai alabó la labor de policías y soldados, pero reconoció un fallo de inteligencia de los servicios afganos "y sobre todo de la OTAN" que debe ser "seriamente investigado".

"La respuesta de seguridad en general fue buena, a pesar de que algunas tropas y agentes de policía no estaban ni equipados ni entrenados para una operación como esta", dijo a Efe el ex viceministro de Interior, Abdul Hadi.

"Lo que sí quedó patente es la debilidad de los servicios de inteligencia, que debieron haber evitado que los insurgentes entraran en las ciudades y que acumularan toda esa munición en zonas tan sensibles", añadió este ex responsable ministerial.

Según el ministro Mohammadi, la ola de ataques fue un "incidente terrorífico" ya que en poco más de una hora se iniciaron de forma coordinada los ataques en cuatro localidades del este afgano: Kabul, Jalalabad, Puli Alam y Gardez.

Entre los objetivos de los suicidas en Kabul estaban las legaciones alemana y británica y el cuartel general de la misión Atlántica, mientras que en el resto de localidades fueron atacadas sedes policiales y bases de tropas afganas y de la OTAN.

"Nadie subestima la gravedad de estos ataques, y vamos a trabajar con ahínco para determinar sus causas", afirmó en una nota de prensa el jefe militar de la misión aliada en Afganistán, John Allen.

Mohammadi destacó la actuación de los cuerpos de seguridad especialmente en Kabul, donde tuvieron que actuar en zonas con mucha presencia de civiles.

"La mayoría de los insurgentes se desplazaron vistiendo burkas. Las fuerzas de seguridad afganas han protegido a los civiles en zonas de mucho tránsito de personas", afirmó el ministro, quien añadió que sus fuerzas detuvieron a un insurgente en Yalalabad.

"Estamos asumiendo las responsabilidades de seguridad (en el país) y el pueblo afgano ve como nuestras fuerzas se están mostrando autosuficientes para realizar esa labor", recalcó el titular afgano de Interior.

La ola de asaltos de ayer recordó mucho a la perpetrada el pasado septiembre por un comando de integristas, que durante horas pusieron en jaque a las fuerzas de seguridad con ataques coordinados a la embajada de EE. UU., la sede de la OTAN y edificios oficiales.

"No hay mucha diferencia táctica con respecto a su acción del pasado septiembre, pero la insurgencia ha mostrado mucha más capacidad militar al poder hacerlo en cuatro ciudades a la vez", afirmó Abdul Hadi.

Los talibanes habían adelantado la semana pasada que darían a conocer muy pronto el inicio de su anual "ofensiva de primavera", una estación en la que suelen recrudecerse los combates gracias a la mejora del tiempo y la apertura de los pasos de montaña.

Muchas miradas apuntaron ayer a la denominada red Haqqani -uno de los grupos más activos en la esfera talibán- como responsable de los ataques y hoy el ministro de Interior corroboró esta pista al afirmar que el insurgente detenido se declaró miembro de la milicia.

"Es pronto para afirmar que han sido los Haqqani, pero es cierto que tienen mucha capacidad de inteligencia y de infiltración en las fuerzas afganas de seguridad" apuntó Abdul Hadi.

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