La oposición bareiní amenaza al Gobierno tras redada en casa de clérigo chií

  • El principal grupo de la oposición bareiní, el chií Al Wefaq, aseguró hoy que responderá al registro de la vivienda del principal clérigo chií del país, ayatolá Isa Qasim, que ha elevado la tensión entre Irán y los países del Golfo.

Manama, 20 may.- El principal grupo de la oposición bareiní, el chií Al Wefaq, aseguró hoy que responderá al registro de la vivienda del principal clérigo chií del país, ayatolá Isa Qasim, que ha elevado la tensión entre Irán y los países del Golfo.

En una rueda de prensa, el dirigente de Al Wefaq, Abdulyalil Jalil, informó de que los grupos de la oposición tienen la intención de tomar varias medidas de respuesta contra las autoridades durante esta semana.

Jalil consideró que el registro fue un ataque "deliberado" contra los líderes de la oposición y que se enmarca en la campaña de represión de las autoridades.

El ayatolá Isa Qasim es el religioso chií de más alto rango del reino y se le considera el líder espiritual de Al Wefaq, así como un moderado que ha contribuido a contener el descontento de los ciudadanos desde el inicio de las protestas antigubernamentales en Baréin en febrero de 2011.

Según la oposición, en la inspección de la vivienda el pasado viernes participaron decenas de soldados armados, apoyados por milicianos civiles enmascarados, que forzaron las puertas de la casa y asustaron a los niños y mujeres de la familia.

Al Wefaq culpó al régimen de esta acción, al que acusó de haber cruzado una línea peligrosa, mientras que el resto de grupos opositores describieron el registro como "una escalada arriesgada" en el comportamiento de las autoridades.

Sin embargo, las declaraciones que más han caldeado los ánimos fueron las del viceministro de Asuntos Exteriores iraní para Asuntos Árabes y Africanos, Husein Amir Abdolahian, a cuyo país el Gobierno de Manama acusa de apoyar a los opositores bareiníes chiíes.

Abdolahian dijo el sábado pasado que las autoridades bareiníes "han traspasado la línea roja del mundo musulmán y de los chiíes", y que si no se disculpan deben atenerse a "una reacción inesperada".

Para el Gobierno de Baréin, estos comentarios son una injerencia en los asuntos internos del reino, una opinión compartida por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

El secretario general del CCG, Abdelatif al Ziyani, señaló ayer que las declaraciones iraníes contienen "amenazas flagrantes y peligrosas y son contrarias a todas las leyes y los principios internacionales".

El CCG está integrado por Arabia Saudí, Kuwait, Omán, Baréin, Emiratos y Catar, países suníes que ven en Irán -la potencia chií- una amenaza que trata de desestabilizarlos respaldando a los grupos opositores de su misma confesión.

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