Benidorm (Alicante), 1 mar.- La absoluta dedicación y el especial cariño demostrado por los cuidadores de la única cría de rinoceronte indio nacida en España en cautividad ha permitido a ésta dar hoy sus primeros pasos en el recinto exterior del parque, en Benidorm, tras superar complicaciones en el proceso de alimentación.
Aunque la cría nació el pasado día 8 en el parque alicantino de la naturaleza y animales 'Terra Natura', su presentación oficial ante visitantes y medios de comunicación ha tenido lugar hoy, después de que sus cuidadores dieran el visto bueno a su primer paseo.
Atrás han quedado numerosos días e interminables noches de permanente vigilancia y atención por parte del personal del parque, ya que la cría, nada más nacer, tuvo problemas tanto para levantarse -tardó casi dos horas, el doble de lo habitual en esta especie- como para mamar, han explicado hoy fuentes de Terra Natura.
Por ello, los cuidadores diseñaron y establecieron un programa de alimentación manual mediante biberones para que la cría pudiera superar sus primeros días de vida.
Y no ha sido fácil, según han añadido, especialmente porque la leche ha tenido que ser extraída de la madre por los empleados, con las medidas de seguridad que este proceso conlleva para estos últimos, y los turnos correlativos durante las 24 horas del día para administrar a la cría la toma cada dos horas de los biberones.
Como medida de refuerzo, se le administró también un complemento vitamínico.
Este proceso se ha mantenido hasta que el equipo profesional ha conseguido que la hembra amamante de forma natural a la cría, cuyo peso ronda los 55 kilos.
No obstante, los cuidadores tratan de tentar de vez en cuando a la cría con biberones, si bien, de momento, los está rechazando y prefiere mamar de su madre.
Si la cría los buscará, en vez de la mama materna, significaría que tiene problemas para alimentarse y los cuidadores tendrían que volver a activar el protocolo de alimentación manual.
A mediodía de hoy el pequeño ejemplar de rinoceronte indio ha abandonado junto a su madre el recinto interior donde era cuidada y ha recorrido por primera vez una de las praderas exteriores del complejo.
"Ha ganado peso, movilidad y soltura, y ya tiene fuerza suficiente en sus patas para ascender y bajar laderas de considerable inclinación", han añadido las fuentes.
Sin embargo, este paseo requiere también de medidas concretas, como el vaciado de la charca de agua de la instalación para evitar un posible ahogamiento y el traslado tanto de la otra hembra del grupo como del padre de la pequeña a otro espacio para evitar posibles conflictos.
Los machos de esta especie no reconocen a sus crías como suyas, por lo que el padre podría atacar a la pequeña.
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