La promoción del español genera grandes réditos y debe ser política de Estado

Barcelona, 30 ene.- La promoción internacional del español se debe concebir como una política de Estado y un bien preferente, pues genera grandes réditos, han dicho varios expertos en la jornada "El español en el mundo. Propuestas para consolidar su presencia. La necesidad de una política estable en favor del idioma".

En la jornada, a la que han acudido el secretario general del Instituto Cervantes, Rafael Rodríguez-Ponga; el presidente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, Gerardo Piña-Rosales; el secretario de Estado de cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Manuel Gracia Aldaz; y el presidente de la Fundación Biblioteca Nacional, Pere Vicens; entre otros, se ha remarcado además la necesidad de trabajar con estándares comunes.

Para José Luis García Delgado, codirector del proyecto "El Valor Económico del Español", auspiciado por la Fundación Telefónica, la demografía ha sido determinante en la propagación del español y lo que ha hecho que 8 o 9 de cada cien hablantes lo sea en este idioma, y que en los últimos 300 años haya crecido mas que el inglés, que es la lengua más franca que hay para los negocios desde hace 30 años.

Ha matizado que lo que no tiene el español, a diferencia del inglés, es penetración en campos como la investigación, desarrollo, técnica y ciencia, al depender éste de algunas de las economías más competitivas y una democracia de calidad y seguridad jurídica, circunstancias que no se dan en el mundo hispánico.

Rodríguez-Ponga, ha explicado, tras cifrar en más de mil los profesores de español que hay en Estados Unidos a través del Instituto y de la Agencia Española de Cooperación internacional, que esta lengua ya no crecerá con el modelo actual de abrir centros propios, sino con centros concertados y con convenios con universidades.

También ha dicho, sobre la estandarización de la enseñanza de la lengua, que la Real Academia Española tiene una enorme responsabilidad porque si no se hace bien, puede ocurrir como en Estados Unidos con el "spanglish", donde no se habla bien ni español ni inglés.

El presidente de la Fundación de la Biblioteca Nacional, Pere Vicens, ha insistido en el apoyo a universidades y escuelas de todo el mundo, en el intercambio de estudiantes, y en alcanzar tratados con países donde el español sea un idioma nacional, además de homologar títulos universitarios, currículos escolares de primaria y secundaria, y la catalogación de libros, donde la Biblioteca Nacional puede tener un papel destacado.

En el estudio sobre "El valor económico del español" se recomienda no competir con el inglés, sino mejorar el estatus del español como lengua internacional complementaria del inglés, y como segunda lengua de trabajo de los agentes internacionales.

También apuesta por reforzar a nivel internacional el español como lengua diplomática internacional, de creación y de comunicación científica, y como lengua en la que se expresa una cultura vigorosa y con relevancia en internet y en los medios digitales.

El trabajo concluye además que la mejora del estatus internacional del español debe proyectarse en la Unión Europea, donde es una lengua subalterna, en las Naciones Unidas y en foros internacionales.

Apunta igualmente a que para fortalecer el dialogo y la cooperación entre las sociedades y comunidades hispanohablantes del mundo hay que generar paquetes formativos que faciliten su enseñanza, aprendizaje y uso, y ampliar la oferta formativa del español para extranjeros.

Elaborar productor culturales, especialmente audiovisuales, para extender el uso del español, y respaldar la comunicación y cooperar entre las comunidades de origen y destino son otras recomendaciones de este trabajo para implementar una buena política de promoción del español.