La reconciliación con Al Fatah supondría para Hamás perder el control de Gaza

  • La anunciada reconciliación entre las facciones palestinas, que permitiría la celebración de elecciones en Cisjordania y Gaza por primera vez en siete años, sigue sin concretarse, en gran parte por el desinterés del movimiento islamista Hamás, reacio a entregar el control de la Franja.

Saud Abu Ramadán

Gaza, 12 mar.- La anunciada reconciliación entre las facciones palestinas, que permitiría la celebración de elecciones en Cisjordania y Gaza por primera vez en siete años, sigue sin concretarse, en gran parte por el desinterés del movimiento islamista Hamás, reacio a entregar el control de la Franja.

Gaza es, para Hamás, la gallina de los huevos de oro que le proporciona dinero a través de los impuestos que recauda su Gobierno tanto directamente de la población como de las actividades de los túneles de contrabando entre la Franja y el Sinaí egipcio, la agricultura o las inversiones en turismo interno, apuntan los analistas.

Pero, además de dinero, Gaza significa poder, el que conserva desde que en junio de 2007 se hizo con el control de la Franja tras derrotar en seis días de violentos enfrentamientos a las fuerzas de seguridad leales al presidente palestino y líder de Al Fatah, Mahmud Abás.

Un poder que se plasma en un Gobierno propio, un Parlamento propio y unas fuerzas de seguridad propias, que operan en paralelo al Ejecutivo de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), con sede en Ramala, liderado por Salam Fayad y apoyado por la comunidad internacional.

En estas circunstancias, subrayan los analistas, Hamás no está dispuesto a renunciar a estos privilegios en pro de la unidad palestina.

La aplicación de un acuerdo de reconciliación con Al Fatah, negociado desde hace años con ocasionales avances siempre seguidos de nuevas decepciones, supondría la formación de un Gobierno interino de unidad nacional y la convocatoria de elecciones legislativas.

Talal Ukal, analista en Gaza, subraya a Efe la "sensación generalizada" entre la población de la Franja de que, hoy por hoy, Hamás perdería las elecciones en Gaza, en contraste con su victoria en 2006, que propició un boicot de la comunidad internacional.

Algunas voces en Oriente Medio, principalmente Egipto, han tratado de convencer a Hamás, formación surgida de los Hermanos Musulmanes que actualmente gobiernan en El Cairo, y a Al Fatah para que pongan fin de una vez por todas a una división que desespera a la calle palestina.

Decenas de encuentros, sesiones de diálogo y hasta un par de acuerdos firmados en Egipto y Catar que hicieron alumbrar esperanzas no han logrado convertir la reconciliación en realidad.

Cada vez que las partes parecen disponerse a cruzar el Rubicón, Hamás encuentra una excusa para dar marcha atrás.

La última ronda de conversaciones en El Cairo, que estaba prevista para el 27 de febrero, fue aplazada al próximo abril a petición de Hamás, con el argumento de asegurar su éxito y en protesta porque EEUU mantenga al grupo islamista en su listado de organizaciones terroristas, según su número dos, Musa Abu Marzuq.

Para el analista político en Gaza Hani Habib, las diferencias que ambas facciones declaran ante los medios de comunicación son "artificiales".

"La opinión pública palestina está tan frustrada con las continuas promesas irreales de Hamás que está deseosa de que se alcance la reconciliación y se acabe con la división lo antes posible", afirma a Efe.

El ciudadano de a pie en los territorios ocupados "oye a los líderes de Hamás decir que quieren la reconciliación, pero luego ve en la práctica algo completamente diferente", recalca Habib.

Sin embargo, el portavoz de Hamás en Gaza, Sami Abu Zuhri, niega que el movimiento islamista ponga palos en las ruedas de la reconciliación y culpa del retraso a "poderes externos que no quieren que ésta se logre".

Según él, una prueba de la voluntad de Hamás con la unidad palestina es su presencia en las sesiones de diálogo y el haber permitido recientemente al Comité Electoral Central actualizar el censo en la franja, en preparación de los futuros comicios que salgan del proceso.

Una opinión que no comparte Ukal, que cree directamente que Hamás nunca hará las paces con Al Fatah porque "no quiere perder poder" y "obtiene de Gaza el 70 por ciento de su presupuesto".

"Hay también una disputa ideológica entre Hamás y Al Fatah que dificulta mucho una auténtica reconciliación sobre el terreno", agrega en referencia a sus distintos enfoques en temas clave (Hamás no reconoce a Israel, Al Fatah sí, Hamás es islamista, Al Fatah es secular...).

Este analista lamenta además la ausencia de una "estrategia unificada" en las reuniones entre dos grupos que "quieren mantener el poder, Al Fatah en Cisjordania y Hamás en Gaza".

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