La segg cree que cambiar de domicilio a los mayores provoca problemas médicos y de integración


La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) advirtió hoy de los riesgos que puede conllevar el modelo del "abuelo golondrina", en el que el anciano rota durante todo el año por las distintas casas de sus hijos. Un modelo al que se está volviendo, según la SEGG, como consecuencia de la crisis económica, los nuevos modelos familiares y la Ley de Dependencia.
Para Puerto Gómez, vicepresidenta de esta sociedad, cambiar de casa continuamente dificulta la integración del mayor en el entorno: "cada familia tiene personas y dinámicas distintas y el mayor ocupa un rol diferente. La constante adaptación al cambio puede favorecer la ausencia de rol en la familia”, afirmó. Además, recordó que esta situación puede generar "conflictos" entre los distintos miembros de la familia, normalmente provocados por una mala organización a la hora de repartir los cuidados.
La SEGG recordó que, cuando un mayor cambia de domicilio, también suele cambiar de médico, lo que dificulta el seguimiento de su salud y sus tratamientos. En este sentido, recomendó que los mayores que se trasladen de casa habitualmente o por vacaciones lleven consigo un documento clínico informativo para evitar, en la medida de lo posible, ciertos problemas como la polimedicación, la prescripción de medicamentos innecesarios o la repetición de pruebas diagnósticas.
En concreto, la organización solicitó que los mayores lleven a las consultas información sobre el diagnóstico y tratamientos en vigor, periodicidad de los controles analíticos, datos de posibles alergias o intolerancias, así como una breve referencia del contexto socio-familiar donde se explique la periodicidad de los cambios de domicilio.

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