La sostenibilidad de la sanidad, un reto para la nueva ministra Ana Mato

Madrid, 21 dic.- Garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario, un Pacto de Estado por la Sanidad y mantener las ayudas a la dependencia son los desafíos más importantes que deberá afrontar la nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato.

El Ejecutivo de Mariano Rajoy y su mano derecha en el departamento de Sanidad tendrán que lograr el más difícil todavía: evitar que los ajustes presupuestarios impliquen recortes en los servicios sanitarios que reciben los ciudadanos españoles, así como que influyan en la calidad de las prestaciones.

Ya algunas comunidades han adoptado medidas que amenazan con rozar los principios "sagrados" del Sistema Nacional de Salud.

Entre los retos en materia de Igualdad, los principales cometidos de Mato pasarán por reducir las cifras de mujeres víctimas de la violencia machista y avanzar en la consecución de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres.

La implantación de tasas a servicios sanitarios, la exclusión de colectivos como parados o inmigrantes, la no atención a pacientes de otras comunidades autónomas, o el cierre de centros anunciados por diferentes gobiernos autonómicos son algunas de las propuestas que pueden hacer tambalear la sanidad pública, uno de los principales pilares del Estado del bienestar.

Uno de los primeros problemas que deberá resolver el nuevo Gobierno es el de la deuda sanitaria, un "agujero" que el PP cifra en 15.000 millones de euros.

Lograr el consenso de todos los grupos parlamentarios en torno a un Pacto de Estado por la sanidad es otro de los retos del Ejecutivo del PP, después de los intentos infructuosos de la pasada legislatura.

La voluntad del Gobierno es llegar a ese acuerdo con los partidos políticos, las administraciones públicas y los profesionales implicados, según anunció Rajoy en su reciente discurso de investidura.

El futuro presidente del Gobierno adelantó también la puesta en marcha de "las reformas sanitarias necesarias" para mejorar la accesibilidad, eliminar la burocracia y ganar eficiencia en la gestión, con el objetivo de hacer más eficiente y sostenible el sistema sanitario.

La intención del próximo Gobierno es garantizar por ley una cartera común de servicios para todos los ciudadanos.

Para ello, prevé aprobar esta Legislatura la Ley de Servicios Básicos, que consensuará con las comunidades autónomas.

Intentar que los recortes no afecten a la Ley de Dependencia, una de las medidas "estrella" del Gobierno socialista en la pasada legislatura, es otro de los desafíos que esperan al PP.

Rajoy ya ha manifestado su intención de "mejorar" el servicio de atención a la dependencia, en colaboración con las comunidades autónomas, aunque no ha precisado la forma en que prevé llevarlo a cabo.

La Ley del Aborto, la del matrimonio homosexual o la del Tabaco, son algunas de las normas sobre las que el nuevo Gobierno podría actuar.

Respecto a la primera, parece que el PP no va a derogarla, aunque sí está dispuesto a cambiar algunos aspectos de la misma, como el hecho de que una menor pueda abortar sin el consentimiento y conocimiento de sus padres.

El Partido Popular recurrió la ley que permite a los homosexuales casarse y esperará a que se pronuncie el Tribunal Constitucional antes de reformarla.

Aunque el programa electoral del PP no incluía nada sobre la Ley Antitabaco, Rajoy ha manifestado en alguna ocasión que no tendría inconveniente en establecer áreas separadas de fumadores y no fumadores en los locales de ocio.

Un calendario vacunal único y la implantación en Atención Primaria de una historia clínica electrónica y una tarjeta sanitaria única y compartida son otras de las propuestas del PP.

Intentar acabar con la escalada de crímenes machistas es un objetivo de cualquier gobierno.

A este respecto, los populares ya han avanzado su intención de modificar la Ley integral para la lucha contra la violencia de género, para adaptarla a la situación actual, mediante el refuerzo de sus mecanismos de protección.