En la tanda de recortes que presentó Mariano Rajoy el 11 de julio en el Congreso estaba la subida del IVA a partir del próximo mes de septiembre.
Además de subir el tipo general del 18% al 21% y el tipo reducido del 8% al 10%, hay que leer la letra pequeña. Algunos productos que hasta ahora tributaban al tipo reducido pasarán al tipo general, como los servicios prestados por veterinarios.
De esta manera, si antes un medicamento para un perro tenía un IVA del 8%, a partir del 1 de septiembre será del 21%.
"La gente ya no tendrá animales", cree la presidenta de la Protectora Sierra Norte, y añade: "Y no solo eso. Habrá más gente que abandone los que ya tenga".
Peor estado sanitario para los animales... y para los ciudadanos
"Igual que una compresa no se puede considerar un artículo de lujo, creo que la veterinaria tampoco. La salud es un derecho, no un privilegio", considera un veterinario de la Clínica Madrid 24 horas, en la calle Rafael Ceballos.
Además, la subida del IVA supondrá que los dueños de mascotas "no vayan tanto a las clínicas y solo paguen los tratamientos más básicos", por lo que el impacto de esta reforma "va a redundar en un peor estado de los animales, pero también en un peor estado sanitario de parte de la población, sobre todo en niños", porque "los animales transmiten enfermedades y parásitos a las personas", tal y como señala este veterinario.
La excepción: los titulares de explotaciones ganaderas
Sin embargo, en esta subida de 13 puntos también hay excepciones. Según el BOE publicado el 6 de agosto, los servicios médicos prestados por veterinarios a titulares de explotaciones agrículas, forestales y ganaderas tendrán un IVA del 10% y no del 21%.
Es decir, si uno tiene un gato en casa y se pone enfermo, el IVA de la vacuna será del 21%, mientras que si un ganadero tiene que vacunar a las vacas de su establo, los medicamentos tendrán un IVA del 10%.
"Lo suben menos porque está enfocado a sectores donde ven que en vez de un animal va a haber muchos más", comenta la presidenta de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Navarra.
"Sin embargo, hay asociaciones protectoras y perreras que tienen más cantidad de animales que un ganadero", puntualiza.
Por ejemplo, en su protectora pasan más de 400 animales al año, por lo que los gastos se incrementan mucho debido a la vacunación y a los medicamentos que hay que comprar.
En este sentido, para la presidenta de esta sociedad la mejor opción es que, en el caso de grandes protectoras, como puede ser su caso, "se unifique e iguale el IVA y sea del 10%", como en las intervenciones veterinarias a los animales de ganaderos.
Las ayudas públicas, en peligro de extinción
La presidenta de la asociación protectora navarra, que lleva en activo 30 años, explica que ellos "son una sociedad privada sin ningún tipo de ayuda económica". "Nos tenemos que mantener con nuestros propios medios, pagando todos los servicios veterinarios", explica.
"Hay subvenciones para todos pero no para la protección animal", comenta la presidenta de la asociación protectora Sierra Norte, en Madrid.
"España es un país muy atrasado en cuanto a protección animal", afirma, y añade: "Estamos en la Comunidad Europea pero somos parte del África negra, y mucho más ahora que tenemos un Gobierno de derechas al que esto le importa un carajo".
"Es cierto que hay mucha gente concienciada con el tema de la protección animal, pero institucionalmente no se está haciendo nada", afirma.
Otras asociaciones, como la aragonesa APAP Pirineos de Jaca, sí que cuentan con apoyo económico. "Desde hace once años tenemos una pequeña ayuda que nos concede el ayuntamiento de Jaca, pero igual nos la quitan", comenta una empleada de esta asociación protectora.
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