La UE alerta sobre el auge del populismo contra la inmigración en Europa

  • El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, en Bruselas, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, desde Bucarest, han alertado hoy sobre el auge del discurso populista contra la inmigración en la Unión Europea.

Bruselas, 25 abr.- El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, en Bruselas, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, desde Bucarest, han alertado hoy sobre el auge del discurso populista contra la inmigración en la Unión Europea.

El presidente de la Eurocámara ha advertido de "la oleada ultranacionalista que alcanza muchos gobiernos y que constituye una auténtica amenaza para los valores europeos".

Sobre las restricciones de Schengen que proponen Francia y Alemania y que permitirían a los países restablecer unilateralmente sus fronteras, Schulz ha afirmado que "como la mayoría de ciudadanos europeos" está "en contra de dar pasos atrás en los logros de la Unión Europea".

La Comisión Europea se ha mostrado por su parte igualmente crítica con la subida de los populismos y el discurso antiinmigrantes, especialmente tras el ascenso de la extrema derecha en la primera vuelta de las elecciones francesas, así como también por la caída del Gobierno holandés provocada por la salida de la coalición de los ultra-derechistas del Geert Wilders (PVV).

"La crisis económica ha exacerbado las desigualdades sociales y, dentro de ese contexto económico, hay un caldo de cultivo para el desarrollo de los populismos", destacó el portavoz comunitario, Olivier Bailly.

"Entendemos que hay una tentación (de recurrir al discurso nacionalista), pero nuestro papel es recordar que actuar a Veintisiete es mejor que actuar solo", añadió el portavoz.

A ese mensaje se ha sumado hoy igualmente Herman Van Rompuy, quien ha apuntado desde Bucarest que "los vientos del populismo están afectando un logro clave de la integración europea: la libertad de movimiento de las personas dentro de nuestras fronteras".

Añadió que "en este espacio no hay lugar para la estigmatización de los extranjeros, como ocurre en ciertos países hoy día".

"La libertad de movimiento de trabajadores y servicios es más que una componente económica de la Unión", explicó el presidente del Consejo.

El tratado Schengen es un asunto sensible en Rumanía y en Bulgaria, pues ambos países están a la espera de entrar en el espacio de libre circulación, una decisión que bloquea Holanda, con un Gobierno dimisionario de coalición conservador asociado con una formación de extrema derecha xenófoba.

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