La UE debate renovación de su modelo social en apoyo de los más necesitados

  • Expertos y representantes de las instituciones comunitarias y los países de la Unión Europea (UE) abordaron hoy las fórmulas para renovar el modelo social europeo, afectado por la crisis económica, para que preste una ayuda eficaz a los 20 millones de europeos que viven en el umbral de la pobreza.

Bruselas, 26 nov.- Expertos y representantes de las instituciones comunitarias y los países de la Unión Europea (UE) abordaron hoy las fórmulas para renovar el modelo social europeo, afectado por la crisis económica, para que preste una ayuda eficaz a los 20 millones de europeos que viven en el umbral de la pobreza.

"El modelo social europeo no debería abandonarse, no queremos que muera", declaró el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, en la apertura de la tercera convención anual de la plataforma contra la pobreza y la exclusión social, una de las "iniciativas insignia" de la UE para cumplir los objetivos de su "estrategia Europa 2020" en favor del crecimiento y el empleo.

Barroso dejó claro que es necesario "reformar nuestra economía de una manera que sea inclusiva socialmente", así como "modernizar nuestro sistema de protección social".

El presidente del Ejecutivo comunitario subrayó que la realidad es que hay 26 millones de personas sin trabajo en la UE, y que ahora "el desempleo es claramente el problema que más pesa".

"No podemos decir que la crisis ha acabado mientras haya un desempleo tan elevado o haya casi un 25 % de los europeos en riesgo de pobreza o exclusión social", enfatizó.

El 24 % de la población de la UE, es decir, más de 120 millones de personas, está en riesgo de pobreza o exclusión social, una cifra que incluye al 27 % de los niños de toda la Unión, al 20,5 % de los mayores de 65 años y el 9 % de los que no tienen un empleo, según datos de la CE.

Barroso animó a los Estados miembros a utilizar los fondos europeos para hacer frente a objetivos específicos de pobreza, y destacó que los países que más invierten en gasto social, como Finlandia y Suecia, demuestran que esa apuesta no es incompatible con la competitividad del país.

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, insistió en que el restablecimiento de la estabilidad de la zona del euro "tiene que ocurrir con una distribución justa de los costes del ajuste" económico.

"El coste de esta crisis es alto. La pérdida de bienestar es real", declaró, pero recalcó que "los resultados sociales deberían permanecer en nuestra brújula".

Van Rompuy destacó la "contradicción" entre los "claros objetivos sociales" de la UE y los "limitados instrumentos" que tiene para conseguirlos", entre los que piden más ambición social y los que se aferran al principio de subsidiariedad y "no quieren dar más poderes" a la Unión.

El político belga alertó a su vez de que están aumentando las divergencias de ingresos a nivel nacional y entre los estados miembros, y que hay actualmente 10 millones de personas más en riesgo de pobreza y exclusión social en la UE que en 2005.

En otra intervención en el mismo foro, el multimillonario inversor y filántropo George Soros alertó de las dificultades añadidas a las que se enfrentan poblaciones específicas como la de los gitanos, ya que dos tercios de las personas de ese colectivo se encuentran sin empleo, sólo uno de cada dos niños asiste al colegio y únicamente el 15 % completa la educación secundaria.

"Los gitanos tienen una historia de exclusión, ostracismo y discriminación. Lo que choca es que las condiciones de vida de los gitanos se han deteriorado" desde que países en los que residen en gran medida, como Rumanía, Hungría, Eslovaquia o Bulgaria, entraron en la UE, declaró.

Para Soros, "la manera de escapar a esta amenaza es invertir en la educación de los niños gitanos" y en su posterior inserción laboral, ya que los gitanos pueden representar en esos países el 30 % de la fuerza de trabajo.

Cerca del 9 % de los europeos vive en condiciones de "grave privación material", lo que significa que no tienen recursos para tener una lavadora, un vehículo, un teléfono, calefacción en sus hogares o para hacer frente a gastos inesperados, según la CE.

Además, el 17 % de los europeos vive con menos del 60 % de los ingresos medios de los hogares en su país, y el 10 % reside en hogares en los que ninguno de sus miembros tiene trabajo.

La pobreza también afecta más a las mujeres, de las que hay 12 millones más que de hombres que viven en esa situación en la UE.

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