La UE pospone la decisión sobre la ayuda medioambiental a los países en desarrollo

  • Luxemburgo.- Los ministros europeos de Economía y Finanzas decidieron hoy posponer la decisión sobre la ayuda financiera que necesitan los países en desarrollo para recortar sus emisiones de dióxido de carbono y hacer frente a los efectos del cambio climático ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo.

La UE no logra un acuerdo sobre la ayuda a los países en desarrollo ante el cambio climático
La UE no logra un acuerdo sobre la ayuda a los países en desarrollo ante el cambio climático

Luxemburgo.- Los ministros europeos de Economía y Finanzas decidieron hoy posponer la decisión sobre la ayuda financiera que necesitan los países en desarrollo para recortar sus emisiones de dióxido de carbono y hacer frente a los efectos del cambio climático ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo.

"Es un resultado decepcionante", reconoció en rueda de prensa el ministro de Finanzas sueco, Anders Borg, al término del Consejo de ministros.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, coincidió con Borg en que "la falta de conclusiones es decepcionante, pero recalcó que "esto no significa que Europa no continuará liderando la búsqueda de un acuerdo en Copenhague".

Almunia admitió no obstante que debido a la falta de compromiso "va a ser difícil" lograr un acuerdo global en diciembre para sustituir al Protocolo de Kioto, que expira a finales de 2012.

A pesar de las llamadas de atención de Reino Unido y Francia sobre la necesidad de concretar cifras ante la proximidad de la cumbre de la ONU -del 8 al 17 de diciembre-, los Veintisiete fueron incapaces de lograr un consenso.

La principal dificultad fue decidir cuánto debe aportar cada Estado miembro de la UE a los países en desarrollo.

Polonia introdujo una propuesta junto a otros ocho estados del Este -Hungría, Rumanía, Eslovaquia, Letonia, Bulgaria, Lituania, República Checa y Eslovenia- para solicitar que la contribución nacional a la financiación que necesitan las naciones en desarrollo entre 2010 y 2012 tuviese carácter voluntario.

Asimismo, sugirieron que la fórmula para calcular la aportación de cada uno de los Veintisiete a la financiación pública internacional a partir de 2020 se base en su contribución al Fondo Europeo de Desarrollo (FED).

Aplicar este mecanismo suponía que los países del Este serían los grandes beneficiados, ya que en su mayoría contribuyen en sólo un 0,1 por ciento (Polonia, un 1,3%), mientras que Reino Unido y Alemania aportan un 19 y un 20 por ciento, respectivamente, y España un 7,9 por ciento.

Los ministros se mostraron reticentes a aceptar este planteamiento y se limitaron a admitir que la contribución se base en la renta nacional bruta, algo que al bloque del Este le pareció insuficiente.

Después de horas de intensas negociaciones, Polonia defendió que antes de aprobar un mal acuerdo lo mejor era dejar la decisión a los líderes de la UE que se reúnen en Bruselas la semana que viene, por lo que bloqueó la aprobación del texto de conclusiones.

Hasta esta mañana, los ministros europeos esperaban poder acordar al menos tres cifras generales sobre financiación.

Por un lado, según el borrador de las conclusiones que han estado discutiendo, reconocían que los países en desarrollo necesitan entre 5.000 y 7.000 millones de euros anuales para afrontar el cambio climático y la reducción de emisiones en el periodo 2010-2012.

El texto también señalaba que las medidas de mitigación y adaptación al calentamiento global costarán alrededor de 100.000 millones de euros anuales a partir de 2020, de los que entre 22.000 y 50.000 millones procederían de la financiación pública internacional.

No obstante, la fuerte oposición de varios países, liderados por Polonia, obligó hoy a retirar todas las cifras del documento excepto la más global (los 100.000 millones), a pesar de lo cual el texto no logró el respaldo de los Veintisiete.

La organización ecologista Greenpeace consideró lo ocurrido un "fiasco" y subrayó en un comunicado que, ahora, la posibilidad de fracaso en Copenhague es mucho más real.

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