París.- Las autoridades francesas investigaban hoy el desembarco, en una playa del extremo sur de Córcega, de 124 inmigrantes -aparentemente kurdos- llegados de forma irregular, y que fueron agrupados provisionalmente en un gimnasio para prestarles asistencia.
El prefecto (delegado del Gobierno) de Córcega, Stéphane Bouillon, explicó que ese grupo de personas, entre las que hay 38 niños (nueve de ellos bebés) estaban esta mañana en una playa del municipio de Bonifacio, a cuyo gimnasio fueron trasladados.
"No sabemos exactamente cuándo llegaron", reconoció en una entrevista a la emisora de radio "France Info" Bouillon, que añadió que la hipótesis con la que trabajan es que un barco de traficantes los dejara en tierra, y que la Marina Nacional busca pistas.
Señaló que el estado de salud de los inmigrantes es bueno y que a las preguntas han respondido -en un mal inglés- que son kurdos.
El prefecto, que indicó desconocer cuál era el destino de su travesía, añadió que alguno de los interrogados había contado que venían de Siria y otros de Túnez, pero que querían confirmar esas afirmaciones con intérpretes en su lengua materna.
Respecto a su futuro, avanzó que "aplicaremos la reglamentación en función de su situación, de lo que son y de lo que piden", y recordó que "la legislación dice que las personas que han entrado (en Francia) de forma clandestina deben irse al lugar de donde han salido".
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