Las cenizas de la duquesa de Alba reposan en Sevilla, tras un adiós multitudinario

Las cenizas de la XVIII duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, reposan ya en la Iglesia del Valle, sede de la Hermandad de los Gitanos, donde han sido depositadas por su familia después de una jornada en la que miles de personas han dado su último adiós a la aristócrata en el funeral oficiado en Sevilla.

La colocación de las cenizas ha estado precedida de un breve oficio religioso, al que por expreso deseo de la familia sólo han asistido los familiares directos de la aristócrata y la junta de gobierno de la Hermandad de los Gitanos, de la que la duquesa era hermana y muy devota.

En la lápida está escrito: 'Aquí reposan las cenizas de nuestra hermana, doña Cayetana Fitz-James Stuart y de Silva, duquesa de Alba. Camarera de honor de María Santísima de las Angustias, medalla de oro, y gran benefactora de esta Hermandad de los Gitanos, gracias a cuya contribución y ayuda fue posible la reconstrucción de este Santuario. Estará por siempre en la memoria de nuestra hermandad. 1926-2014'.Un funeral multitudinario

Aplausos, muchos aplausos y llantos, muchos llantos. Una Eugenia desolada, apoyada en el hombre de los suyos, y con una Sevilla volcada con su Duquesa, porque así lo sentían los sevillanos, una duquesa suya. Así ha sido el último adiós una mujer que ha sorprendido al mundo. 'Ha quitao mucha hambre', decían algunos mientras aplaudían. 'Era tan simpática como encantadora', señalaban otros. Los primeros en llegar a la capilla ardiente han sido Cayetana de Alba, Carlos y Eugenia, junto a su viudo, Alfonso Díez, visiblemente afectado.

Uno de los momentos más emotivos de la misa funeral ha llegado a la hora de darse la paz. El marido de la duquesa de Alba se ha fundido en un emotivo abrazo con Cayetano Martínez de Irujo. Adiós a la diferencias entre ambos. La Catedral de Sevilla había puesto unas 2.000 sillas en su interior para los sevillanos que quieran dar el último adiós a Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, XVIII duquesa de Alba, XI duquesa de Berwick y 14 veces Grande de España, según fuentes de la organización de la misa funeral.

Este último acto público con las exequias de la popular aristócrata ha estado presidido por el cardenal y arzobispo emérito de Sevilla Carlos Amigo Vallejo, amigo personal de la Duquesa y arzobispo de Sevilla entre 1982 y 2009. Se ha leído el Evangelio según San Juan con la frase 'Muchas veces había oído hablar de tu pero hasta que no me han arrancado la piel a tiras no te he podido ver la cara'. El libro de Job sobre la muerte ha sido protagonista.

'La vejez no se mide por el número de años sino por una vida llena de nobleza y de bondad. El amor no tiene medida ni edad'. El referencia a la Duquesa se ha señalado que 'ella seguirá viva en el corazón y en el recuerdo de las personas que tanto la han querido'.Más de 80.000 sevillanos se vuelcan con su duquesa

Al lugar se acercó media Sevilla y curiosos, además de Carmen Tello y su esposo Curro Romero, que acompañarán a la familia mientras el que fuera Arzobispo de Sevilla entre 1982 y 2009 y amigo de la Duquesa de Alba, Carlos Amigo Vallejo, celebra la misa en el Altar del Jubileo de la Catedral hispalense.

Para los familiares y allegados a la famila de Alba no directos, también se dispusieron unas 60 sillas en el entorno más cercano al féretro de Cayetana de Alba. Está prevista la asistencia a la misa funeral de la infanta Elena y el ministro de Defensa, Pedro Morenés, entre otras autoridades y personalidades.

Tras la incineración del cuerpo, el santuario de la hermandad de los Gitanos, a la que pertenecía la duquesa, acogerá una ceremonia en la que la familia depositará parte de las cenizas en una de sus capillas laterales, toda vez que el resto de las cenizas serán depositadas en Madrid, en el panteón de la Casa de Alba.Miles de personas en la capilla ardiente

La misa funeral se celebra después de que decenas de miles de personas hayan visitado la capilla ardiente que se instaló desde ayer al mediodía en el salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla.

El Ayuntamiento de Sevilla contabilizaba unas 80.000 visitas a la capilla ardiente de la aristócrata, entre ellas las protagonizadas por la presidenta de la Junta, Susana Díaz; la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo; el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo; o figuras del mundo del espectáculo y las tradiciones, como los artistas del dúo musical Los del Río o el torero Julio Aparicio.

El féretro de Cayetana Fitz-James Stuart ha estado instalado en el salón Colón, corazón de la Casa Grande hispalense y lugar habitual de celebración de los actos institucionales y los plenos, cubierto por la bandera de España y la de la Casa de Alba. Allí ha permanecido bajo dos lienzos que muestran las tallas de la Hermandad de los Gitanos, a la que la duquesa profesaba una intensa devoción y a la que, de hecho, pertenecía. Los priostes de la hermandad de los Gitanos, además, instalaron en torno al féretro los hachones rematados con cirios usados usualmente durante los cultos de la hermandad.