Las cunas de Al Sisi y Sabahi se vuelcan con sus hijos más ilustres

  • Nadie imaginaba hace décadas que aquellos niños podrían llegar a la Presidencia de Egipto. A un día de la cita electoral, el barrio de Abdelfatah al Sisi y el pueblo natal de Hamdin Sabahi viven revolucionados el duelo entre sus vecinos más carismáticos.

Marina Villén

El Cairo/Baltim, 25 may.- Nadie imaginaba hace décadas que aquellos niños podrían llegar a la Presidencia de Egipto. A un día de la cita electoral, el barrio de Abdelfatah al Sisi y el pueblo natal de Hamdin Sabahi viven revolucionados el duelo entre sus vecinos más carismáticos.

Las preferencias de voto son claras en el distrito cairota de Gamaliya, donde Al Sisi pasó su infancia y adolescencia, y en la localidad mediterránea de Baltim, que vio nacer a Sabahi.

Vecinos y familiares recuerdan con orgullo a esos jóvenes que comparten año de nacimiento, 1954, orígenes humildes y admiración por Gamal Abdel Naser, pero que han tenido una trayectoria profesional muy diferente.

Fathi al Sisi, el único primo del exjefe del Ejército que aún vive en Gamaliya, cuenta a Efe cómo la familia se mudó en 1960 a dos edificios de una estrecha callejuela de El Cairo fatimí, ahora abarrotado de pancartas del candidato.

Sentado en su tienda de artesanías de taracea, técnica a la que se dedicaba toda la familia, Fathi explica que Al Sisi era un joven "serio y religioso, centrado en sus estudios y en el deporte".

El favorito en los comicios vivió durante diecisiete años en el último piso de un edificio pobre de cuatro plantas del callejón Harat al Barquqi, la vivienda actual de Fathi.

Enormes carteles de Al Sisi cuelgan de la casa y presiden la tienda, similares a los que adornan cada esquina del centenario barrio. El mariscal con uniforme militar, de civil o junto a Naser, hay opciones para todos los gustos.

Esta variedad también se refleja en las camisetas con la fotografía de Al Sisi que se han colado en las tiendas del conocido bazar Jan al Jalili entre pañuelos, figuras faraónicas "made in China" y "shishas" (pipas de agua).

Siempre dispuestos a hacer negocio, y ante la falta de turistas, el joven Mohamed Husein no duda en vender a sus compatriotas las citadas camisetas a 15 libras egipcias (unos dos dólares).

Husein asegura a Efe que el objetivo no es aprovecharse de la "sisimanía", sino respaldar a su manera al candidato presidencial.

"Todo el barrio apoya a Al Sisi. Estamos muy felices de que sea de Gamaliya y queremos que sea nuestro presidente porque es un hombre de Estado", subraya el joven.

Al Sisi está ahora omnipresente en Gamaliya, pero hace tiempo que no se deja ver por el barrio. De hecho, desde que se marchó en 1977 al graduarse en la academia militar, solo ha regresado para algunas celebraciones familiares como bodas.

Lo contrario sucede en Baltim. Sabahi es asiduo de su pueblo natal, de origen campesino pero convertido ahora también en zona vacacional.

A la entrada de la localidad, una gran pancarta del político izquierdista recibe al visitante.

La familia tiene una casa cerca de la playa a la que va con frecuencia para relajarse del caos cairota y visitar a los amigos de la infancia, según explica a Efe en Baltim el hijo de Sabahi, Mohamed.

Junto al Mediterráneo y a los cultivos del delta del Nilo creció Sabahi, al que acompañan en sus mítines electorales por la zona varios de sus compañeros de la escuela primaria y secundaria.

"Los de Baltim", así se conoce en la campaña electoral a los incondicionales que le siguen en su batalla presidencial.

Más de un centenar de personas abarrotaba la casa de Baltim en la que Sabahi pasó una noche la semana pasada, para descansar entre sus mítines en las ciudades de Mansura y Alejandría. Uno de ellos, Mustafa al Mekawi.

"Desde pequeño mostró madera de líder, iba un paso por delante de los demás niños", explica a Efe Al Mekawi, buen amigo del combativo izquierdista, siempre presente en huelgas y manifestaciones.

Este ingeniero rememora los años en los que compartieron aula y no oculta su admiración por Sabahi: "Con tan solo siete años hizo un programa de radio y de adolescente siempre dirigió la asociación de estudiantes".

Los dos candidatos han hecho gala de sus orígenes humildes durante la campaña electoral, por lo que sea cual sea el resultado, tanto Baltim como Gamaliya ya han quedado situados en el mapa.

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