Las Fuerzas Armadas tienen un papel esencial ante las consecuencias del cambio climático

  • Madrid.- Las Fuerzas Armadas tiene un papel esencial para hacer frente a las consecuencias del cambio climático, tanto en lo que se refiere a su participación en las emergencias producidas por desastres naturales como a los posibles conflictos que se generen.

Figueres califica de "perfecto" un acuerdo "justo, ambicioso y vinculante" pero lo ve irreal
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Madrid.- Las Fuerzas Armadas tiene un papel esencial para hacer frente a las consecuencias del cambio climático, tanto en lo que se refiere a su participación en las emergencias producidas por desastres naturales como a los posibles conflictos que se generen.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, y la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, Christiana Figueres, han coincidido hoy en destacar este importante papel de las Fuerzas Armadas ante un escenario de cambio climático.

Ambas participaron en la presentación del estudio "Seguridad, modelo energético y cambio climático", editado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos del Ministerio de Defensa en su colección Cuadernos de Estrategia.

Este estudio, coordinado por Manuel Marín, pretende abordar las implicaciones del cambio climático en los campos de la seguridad nacional e internacional, geopolítica e interdependencias energéticas.

La ministra ha señalado en su intervención que las Fuerzas Armadas están abordando las cuestiones relacionadas con el cambio climático desde una doble perspectiva: la gestión medioambiental de sus recursos y la preparación de posibles respuestas ante los retos de este nuevo escenario.

Respecto a la gestión medioambiental, Chacón ha destacado el compromiso de su departamento para reducir en 2016 un 20 por ciento sus consumo energético actual.

En cuanto a los nuevos escenarios, la ministra ha hecho hincapié en la labor de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Ha explicado que España ha puesto esta unidad a disposición de la comunidad internacional para afrontar las consecuencias de cualquier desastre natural y ha citado como ejemplo su movilización tras el terremoto de Haití del pasado año, la primera ocasión que actuó fuera de las fronteras españolas.

Figueres, por su parte, ha afirmado que los ejércitos de todo el mundo están analizando desde el punto de vista estratégico los riesgos que plantea el cambio climático.

Sin embargo, a su juicio, la magnitud del problema puede superar la capacidad de respuesta y los recursos individuales de esas fuerzas, por lo que aboga por incrementar la cooperación internacional.

Además, afirma que si no se reduce el nivel de emisiones de dióxido carbono hasta los límites señalados por los científicos, serán inevitables todo tipo de conflictos, relacionados con el acceso a los recursos naturales (el agua o la tierra fértil) o con los grandes movimientos poblacionales motivados por la subida del nivel del mar, entre otros.

Estos factores provocarán un fuerte incremento de la pobreza y la desestabilización de gobiernos y administraciones, por lo que ha señalado que "el mundo necesita desesperadamente un nuevo modelo de desarrollo sostenible".

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