Después de horas de uso

Por qué provoca dolor de cabeza el uso de mascarillas (y no es falta de oxígeno)

Muchas personas aseguran que la utilización prolongada de estos productos les han provocado molestias, pero diversos estudios de especialistas advierten que la escasez de aire no es la causa de las cefaleas.

Tratar una cefalea en Atención Primaria junto con neurólogos supone un ahorro del 50% por paciente, según un estudio
Los dolores de cabeza pueden aparecer si el área craneal sufre una compresión prolongada.
EUROPA PRESS

Desde que el uso de mascarillas se volvió obligatorio al inicio de la pandemia, la población general no ha dejado de encontrar motivos para quejarse. Además de la incomodidad y la sensación de ahogo, el dolor de cabeza ha protagonizado las protestas de los que usan los dispositivos sanitarios durante horas. Una de las teorías más repetidas es la que establece que las mascarillas hacen que el usuario aspire sus propias emisiones de dióxido de carbono, generando una intoxicación que se manifiesta como dolores de cabeza. Pero los neumólogos descartan que esta sea la causa principal de las cefaleas y apuntan a otros factores exógenos como el origen más probable de estas molestias.

A pesar de sumarse a una larga lista de intranquilidades, David García Azorín, neurólogo de la unidad de cefaleas en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, recuerda que las cefaleas no tienen a las mascarillas y a la Covid como únicos motivos: "Si utilizas los equipos durante mucho tiempo, el dolor puede deberse no solo a que (la mascarilla) aprieta, sino también por el estrés del trabajo, la preocupación de estar en un cuarto cerrado, por deshidratación o ansiedad", afirma el neurólogo. Las recomendaciones para aliviar los dolores de cabeza que servían antes de la pandemia mantienen su vigencia: descansar la vista, estirar y relajar los músculos de la cabeza y cuello y, especialmente, aprender a relajarse durante una época en la que parece imposible.

A nivel internacional se han hecho varios experimentos sobre esta cuestión. Charlie Campos, un neumólogo de Miami, quiso comprobar la validez de la alegación sobre el dióxido de carbono cuando vio protestas en Florida por la imposición del uso de mascarillas. Los resultados, publicados en 'Anales de la Sociedad Torácica Estadounidense', desmintieron la hipótesis sin demasiadas complicaciones. El estudio tuvo una muestra de 15 individuos sanos y otros 15 con enfermedad pulmonar crónica obstructiva (cuyos síntomas incluyen dificultad respiratoria y tos) que caminaron durante seis minutos llevando mascarillas quirúrgicas. En los exámenes posteriores, los investigadores no identificaron un cambio en los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en sangre. La sensación de falta de aire que sienten algunos usuarios se produce cuando hiperventilan, es decir, que respiran rápida y superficialmente. Suele suceder cuando se hace ejercicio o en casos de angustia o estrés.

"Las mascarillas que usa la mayoría de la gente, quirúrgicas, de tela y FFP2 convencionales no acumulan dióxido de carbono", afirma García Azorín. "Incluso en el caso de las que pueden retener un poco, como el de las FFP3, existen mecanismos en el cuerpo para eliminarlo rápidamente". El dolor causado por el uso prolongado de mascarillas se identifica como una cefalea de presión externa, similar al que sufren los nadadores que usan gafas de buceo. Su recomendación es aflojar la mascarilla o encontrar un modelo que apriete menos, sobre todo en la nariz y orejas, aunque recuerda que "cuanto menos aire escape de la boca, mayor será la protección", por lo que no se puede llevar holgada.

Si el dolor de cabeza se acompaña con fiebre, pérdida de olfato o dolor muscular, puede que no sea causado por la mascarilla, sino que debe tomarse como un signo de Covid. "Todos creíamos que la Covid siempre presentaba síntomas respiratorios muy graves y que era fácil identificarlo, pero nos dimos cuenta de que podían aparecer síntomas aislados, como anosmia (pérdida del olfato), fiebre y cefalea", declara García Azorín.

Los pacientes de Covid con un historial de migrañas tienden a presentar cefaleas como síntoma, pero las personas con dolores de cabeza previos pueden sentir mucha más incomodidad por el uso de mascarillas o pantallas que aprieten la cabeza. Las migrañas suelen generar una condición llamada alodinia, que se define como un dolor producido por estímulos que no suelen ser molestos para la mayoría de la población, como peinarse, ponerse gafas o usar mascarillas.

El neurólogo afirma que el dolor de cabeza por Covid no se clasifica dentro de los tipos habituales, sino que es "progresivo, no responde al tratamiento normal y puede durar dos semanas". Un porcentaje muy bajo de gente contagiada sufre de dolores de cabeza como único síntoma. Aunque estos casos no suelen considerarse como sospechosos de contagio, no deberían ignorarse si el dolor de cabeza se manifiesta de una forma inusual.

Diferentes tipos de cefalea

En julio del 2020, García Azorín publicó un estudio sobre los dolores de cabeza que sufrían los pacientes de Covid, y escogió a profesionales sanitarios como muestra, no solo por el alto número de contagios que había sufrido el sector, sino también porque podían describir sus síntomas de manera mucho más articulada

El estudio identificó cuatro tipos de dolores de cabeza: el primero se relaciona con el uso de los EPI, y se le llama "cefalea por compresión interna", con ubicación variable; el segundo es un dolor inespecífico, sin síntomas asociados o acompañantes; el tercero refiere a antecedentes de migraña y otros dolores de cabeza previos, y puede exacerbarse con la actividad física y acompañarse de vómitos, náuseas e hipersensibilidad a los sonidos, olores y luz (fonofobia, osmofobia y fotofobia, respectivamente); y el cuarto se considera un síntoma secundario del SARS-CoV-2, y puede aparecer en toda la cabeza (holocraneal) o en un solo lado (hemicraneal).

En el caso de la cefalea causada por el coronavirus, la presencia de fonofobia, fotofobia (con menor frecuencia) y el aumento de intensidad del dolor con la actividad física sugieren que las meninges se encuentran inflamadas. Es una de las razones por la que los investigadores sospechan que el coronavirus ataca al sistema nervioso central. Este dolor de cabeza tiene el riesgo de volverse crónico.

"No pudimos realizar una escala específica de ansiedad y depresión", explica García Azorín refiriéndose al posible impacto sobre el ánimo, "pero varios pacientes reportan que disfrutan menos de sus actividades preferidas", aunque suelen recuperar su buena disposición cuando acaba la cefalea. La recomendación del neurólogo yeclano es que las personas que sufran de dolores de cabeza por más de dos semanas consulten a un neurólogo para averiguar si necesitan empezar un tratamiento.

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