Las mujeres cobran relevancia en proceso paz entre FARC y Gobierno colombiano

  • Las mujeres adquirieron un rol protagónico en el proceso de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, que cerró hoy un nuevo ciclo de conversaciones en La Habana marcado por la visita de una nueva delegación de víctimas compuesta mayoritariamente por mujeres y la instalación de una subcomisión de género.

La Habana, 11 sep.- Las mujeres adquirieron un rol protagónico en el proceso de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, que cerró hoy un nuevo ciclo de conversaciones en La Habana marcado por la visita de una nueva delegación de víctimas compuesta mayoritariamente por mujeres y la instalación de una subcomisión de género.

"Esa subcomisión busca hacer recomendaciones a la mesa que haga posible un adecuado enfoque de género, particularmente en lo relacionado con las mujeres y la comunidad LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales)", destacaron en un comunicado conjunto las delegaciones de Gobierno y FARC.

Éstas se verán de nuevo las caras en el 29º ciclo, entre el 23 de septiembre y el 2 de octubre, también centrado en las víctimas.

La subcomisión de género estará conformada por al menos cinco miembros de cada delegación, podrá contar con asesores externos y se reunirá al menos una vez cada ciclo, aclaran en el comunicado.

"La inclusión de un enfoque de género en el proceso de paz como éste no tiene antecedentes en el mundo y marca un hito en la construcción de los acuerdos alcanzados y por alcanzar", indican.

Sobre la conformación de esta subcomisión, el número dos de las FARC y jefe negociador, "Ivan Márquez", señaló hoy ante la prensa que "ha ampliado de manera superlativa el arco de participación y democratización del proceso de conversaciones".

El líder guerrillero también destacó la "exitosa" visita ayer del segundo grupo de doce víctimas a la mesa de La Habana, de las que nueve eran mujeres, entre las que hubo víctimas de violencia sexual, de secuestro y de desplazamiento, además de madres de desaparecidos forzosos.

Esta nueva comitiva de afectados por el conflicto exigió a las partes que no se levanten de la mesa de negociación, que aceleraran el proceso y que acuerden un cese el fuego bilateral "urgente" para evitar más víctimas.

A este respecto, el "número dos" de las FARC resaltó hoy que es "el momento de hacer nuestro ese clamor unánime" de los dos grupos de víctimas que de momento han acudido a La Habana, sobre un cese el fuego bilateral "con el propósito de prevenir nuevos hechos que victimicen a la población colombiana".

Precisamente, ese cese el fuego bilateral es una de las reivindicaciones de la guerrilla, que a lo largo del proceso han decretado altos el fuego unilaterales en determinadas circunstancias como el periodo electoral de este año o en Navidad.

Sin embargo, la postura del Gobierno es que el fin de las hostilidades y el cese el fuego bilateral deben venir con el acuerdo definitivo y el éxito de los diálogos de paz, iniciado en La Habana en noviembre de 2012.

Las discusiones se encuentran ahora inmersas en el punto de la agenda referido a la reparación de las víctimas, quiénes, según Márquez, debe ser "sujeto político activo fundamental para la construcción de una nueva Colombia a la que aspiramos tras la llegada de una paz con justicia social, democracia y soberanía".

Este debate se vio empañado en la ronda de conversaciones que culmina hoy por un polémico artículo en el que una guerrillera de las FARC relataba detalles de los seis años de cautiverio de la exrehén Clara Rojas, a quien negaba su condición de víctima.

Según esa "narración", la actual congresista liberal decidió libremente acompañar a la entonces candidata presidencial Ingrid Betancourt en su captura en 2002 e insinúan una relación sentimental entre ellas.

El texto provocó la reacción de la delegación gubernamental, que condenó ese "ataque personal" a Rojas, y cuestionó el compromiso de la guerrilla con los "principios de reconocimiento y responsabilidad frente a las víctimas", que se recogen en el acuerdo general de agosto de 2012, considerado la hoja de ruta del proceso de paz. EFE

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